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El Viejo Oeste o el Salvaje Oeste, tanto da, abarca el período posterior a la Guerra Civil norteamericana, hasta la primera parte del siglo XX. Se fecha el año 1912 como límite temporal, momento en el cual últimos Estados ingresaron a la Unión y se refiere, fundamentalmente, a aquellos estados situados en el lado oeste del río Mississippi.
El código del Viejo y Salvaje Oeste contado en video:
La época Viejo Oeste, un tiempo apasionante.
Los largos años del Salvaje Oeste fue el momento en que miles de ‘pioneros’ se abrieron camino hacia el Oeste norteamericano en busca de tierra, oro y plata. No siempre en ese orden. También fue cuando muchos forajidos, pistoleros, y vaqueros intentaban huir del peso de la ley.
Los vaqueros estadounidenses
Los vaqueros estadounidenses jugaron un papel protagonista ya que los colonos viajaron por todo el país durante la era de la expansión hacia el Oeste. Los vaqueros eran criadores de ganado vacuno y equino y se establecieron en granjas donde además del cuidado de los animales, marcaban a los terneros y comerciaban con el ganado.
La tradición de la figura del vaquero vino de España, cuando los primeros colonos europeos llegaron a América, trayendo ganado con ellos. A medida que los estadounidenses avanzaban hacia el oeste, ya había muchos vaqueros mexicanos comerciando con ganado, y los nuevos colonos vieron en esta forma de vida una solución económica.
Los vaqueros estadounidenses, sin embargo, crearon un estilo de vida propios que se vieron reflejados en numerosas novelas y en la prensa. De forma significativa cuando los vaqueros de Texas comenzaron a conducir sus rebaños hacia el norte para encontrarse con el ferrocarril en Missouri y Kansas, y hacia las ricas praderas de otros Estados como Nebraska, Dakota del Norte, Wyoming y Montana.
La figura del vaquero, en un principio, fue vista con cierto recelo a nivel social. Quizá, sin valorar la extraordinaria dureza de su trabajo, enmarcándolos en tipos duros y solitarios.
El Código del Oeste viene recogido en la novela de Zane Gray, escrita en el año 1934, con un título más que descriptivo: “El Código del Oeste”. Si bien, nunca existió, con anterioridad, un código como tal, sí existía de forma tácita una serie de conductas aprobadas y reprobadas y cuyo eje giraba en torno a características como: la hospitalidad, el juego limpio, la lealtad y el respeto por la tierra.
Código del Oeste:
Ramon Frederick Adams
Entre los libros de Ramon Frederick Adams se encuentran: Cowboy Lingo (1936), un libro centrado en el lenguaje del vaquero; Palabras occidentales (1944), un diccionario de palabras utilizado por el vaquero; Charles M. Russell: El artista del vaquero (1948), la primera biografía de Russell; Come An ‘Get It (1952), una monografía sobre el cocinero vaquero casi olvidado; y Six Guns and Saddle Leather (1954), una bibliografía comentada de libros sobre forajidos y pistoleros occidentales.
Algunas de la premisas del Código del Oeste:
- No indague sobre el pasado de una persona. Toma la medida de un hombre por lo que es hoy.
- Nunca robes el caballo de otro hombre. Un ladrón de caballos paga con su vida.
- Defiéndete cuando sea necesario.
- Cuida de los tuyos.
- Despójate de las armas antes de sentarse en la mesa del comedor.
- Nunca pidas nada más débil que un whisky.
- No amenaces sin esperar consecuencias nefastas.
- Nunca te cruces con alguien en el camino sin decir “Hola”.
- Al acercarte a alguien por detrás, dale un fuerte saludo antes de ponerte en su campo de tiro.
- No saludes ruidosamente a un hombre montado en un caballo, ya que podría asustarlo. Un guiño es el saludo apropiado.
- Después de pasar a alguien en el camino, no lo mires. Significa que no confías en él.
- Montar a caballo de otro hombre sin su permiso es casi tan malo como hacerle el amor a su esposa. Nunca molestes al caballo de otro hombre.
- Siempre llena tu vaso de whisky hasta el borde.
- Un vaquero no habla mucho; él guarda su aliento para respirar.
- No importa cuán cansado y hambriento estés después de un largo día en la silla de montar, siempre atiende las necesidades de tu caballo antes que las tuyas, y dale de comer antes de comer.
- Se puede maldecir de todo, pero solo sobre hombres, caballos y vacas.
- Siempre bebe tu whisky alejando la mano de tu arma, para mostrar tus intenciones amistosas.
- No practiques la ingratitud.
- Un vaquero es agradable incluso cuando está mal. Quejarse es lo que hacen los que abandonan, y los vaqueros odian a los que abandonan.
- Sé siempre valiente. Los cobardes no son tolerados en ningún atuendo que valga la pena.
- Un vaquero siempre ayuda a alguien que lo necesita, incluso un extraño o un enemigo.
- Nunca te pruebes el sombrero de otro hombre.
- Sé hospitalario con los extraños. Cualquiera que pasee, incluido un enemigo, es bienvenido a la mesa.
- Dale a tu enemigo una oportunidad de pelear.
- Nunca despiertes a otro hombre sacudiéndolo o tocándolo, ya que podría despertarse repentinamente y dispararte.
- Los vaqueros de verdad son modestos. Un fanfarrón sin agallas no es tolerado.
- Siempre debes estar disponible para un amigo cuando te necesite.
- Un vaquero es fiel a sus amigos y a aquellos con los que viaja.
“El código de la serpiente de cascabel”
- Nunca dispares a un enemigo desarmado o no advertido. Esta práctica se conocía como “el código de la serpiente de cascabel”: siempre avisa antes de atacar. Sin embargo, si un hombre estaba siendo acosado, esta práctica podría ser ignorada.
- Nunca le dispares a una mujer, pase lo que pase.
- Respete la tierra y el medio ambiente al no fumar en áreas de incendios peligrosos, desfigurando rocas, árboles u otras áreas naturales.
- La honestidad es absoluta: su palabra es su vínculo, un apretón de manos es más vinculante que un contrato.
¿Qué te ha parecido?
Genial artículo. Conociendo el código del oeste se entienden muchas cosas. eso si, parece que era un mundo marcadamente machista