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biografía del Poeta Pablo Neruda
Ningún poeta contemporáneo ha conseguido que su poesía y su pensamiento llegaran tan lejos, cruzando las fronteras a lo largo de los cinco continentes, siendo traducido al hebreo, al chino, al polaco, a cualquier idioma, en definitiva, en el que se pueda escribir la palabra “poesía”.
Neruda nació en una pequeña localidad agrícola, Parral, a unos trescientos cincuenta kilómetros de la capital, Santiago de Chile.
La madre, Rosa Neftalí Basoalto, murió a consecuencia de la tuberculosis, antes de que Neruda contara con un año de edad. No existen documentos, pero parece ser que la madre era aficionada a componer versos.
El padre, José del Carmen Reyes, tomó la decisión de buscar fortuna lejos de ese hogar que se acababa de truncar, dejando a cargo de sus padres a su único hijo.
Así fue cómo emigró a Temuco, donde encontró un buen empleo en la Empresa de Ferrocarriles del Estado.
La infancia será siempre recordada por el poeta con ternura, pues los abuelos paternos dieron lo mejor de sí en la crianza. El poeta recordaría con nostalgia a su abuela, a la que llamaba “la mamadre”, y a quien dedicaría su primer verso conocido.
Tras su paso por la escuela elemental, con 13 a
ños, publica por primera vez. La pieza no es un poema, sino un artículo donde habla, con bastante madurez, de la perseverancia y el entusiasmo.
Estudios universitarios
En 1921 marcha a la capital a iniciar sus estudios universitarios, que no le atraen en absoluto, porque ya ha elegido cuál sería su camino profesional. Aunque para llegar a él y para recorrerlo, aún quedaban por acontecer muchos sucesos.
El primero de ellos llegó ese mismo año, cuando gana el Concurso Anual de la Federación de Estudiantes de Chile.
La vida en estos años para Neruda no es sencilla, porque los medios económicos con los que cuenta son más bien escasos.
Pablo Neruda
Cuenta con la esporádica ayuda del padre, que aunque no estaba de acuerdo con la elección que hacía el hijo, ya habían llegado a sus oídos las buenas palabras que auguraban un más que notable arte poético.
La primera obra publicada y Veinte Poemas de Amor y Una Canción Desesperada
En 1923, Neruda, publica su primera obra, “Crepusculario”, financiada con sus escasos bienes, pero que llega a alcanzar el interés de la crítica.
Tan solo un año después aparece la obra más internacional del poeta “Veinte Poemas de Amor y Una Canción Desesperada”.
En este caso, no le acompañó la crítica, pero sí el público. Los primeros no estaban todavía preparados para ese giro que Neruda da a la poesía, contando las grandes cosas de la vida con sencillez, en poemas cargados de sensualidad y erotismo, y que además hablan un lenguaje intemporal.
La primera y única novela de Pablo Neruda llega en 1925.
Titulada “El Habitante y su Esperanza”, se trata de una narración que ha pasado sin pena ni gloria y que cuenta la vida en una pequeña localidad agraria.
Llegados a 1926, el poeta, encara uno de los momentos más delicados, pues sus ingresos apenas sí le alcanzan.
Es por ello que busca un puesto como Cónsul de su país en algún lugar remoto, sin importarle dónde.
Si la perseverancia era un rasgo de su carácter, en este caso, queda demostrado sobradamente porque después de muchos intentos, consiguió que le recibiera el Ministro de Exteriores chileno, concediéndole un puesto en Birmania.
La carrera diplomática de Pablo Neruda
Comienza aquí una carrera diplomática que le lleva a recorrer la Isla de Ceilán, Java (donde contrae matrimonio con una mujer de origen holandés: María 
Antonia Hagenaar) o Singapur.
Pero el crack de la Bolsa de Nueva York, extiende sus inefables redes a todos los rincones, incluso a Chile, donde el gobierno, para recortar gastos, le cesa en sus funciones.
En 1933 retoma sus labores diplomáticas en Argentina, luego en Barcelona y Madrid, donde conoce a la Generación del 27, a la vez que contempla el comienzo de la guerra civil.
Algo que le dejaría marcado y que, de algún modo, le hizo conocer de antemano cómo podían desarrollarse los acontecimientos en su país, muchos años después, cuando la democracia fue usurpada.
La política fue uno de los motores que movió el pensamiento de Neruda.
Cierto es que el poeta vivió una época en la que el mundo vivía una tremenda agitación política y su posicionamiento le hizo ganar muchos amigos, pero también muchas incomprensiones y disensiones.
Por ello, en 1940 Neruda elige México como lugar para continuar su labor como Cónsul General, toda vez que al mando del gobierno chileno se alza Aguirre Cerda.
Hay muchas cosas que le unen a México, por encima de todas, ser el país que abrió las puertas a las incontables víctimas de las incontables persecuciones ideológicas del siglo XX.
Nombrado Senador de Chile en 1945, con González Videla como Presidente, el cargo solo lo ocupó hasta 1948, cuando se le procesó por injurias al Presidente, lo que le hizo vivir un largo exilio por media Europa.
El Nobel de Literatura llega en 1971, dos años antes de su muerte y de ver cómo su país naufragaba en el disparate.
Neruda, sobre todas las cosas, se consideraba un poeta, un poeta comprometido: “En Estados Unidos y en todas partes he sido escuchado y respetado sobre la base inamovible de lo que soy y seré siempre: un poeta que no oculta su pensamiento y que ha puesto su vida y su obra al servicio de la liberación de nuestros pueblos”.
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