La Primera Película de la Historia de los Hermanos Lumière

Para eso pensaban que serviría el cinematógrafo, para capturar imágenes cotidianas.

Quizá el proverbial invento lo entendían como una simple mejora de las cámaras que su padre, Antoine, tenía en su taller fotográfico. Su hijo, Louis y Auguste, trabajaban con él.

El primero era físico, el segundo se encargaba de la administración del negocio y quizá, efectivamente, pensaran que se podía grabar lo mismo que se fotografiaba en la época, aunque hubiera ciertos artistas como Eugene Atget a quienes la fotografía les parecía algo más que el retrato de una persona.

Años después Auguste Lumière reconocería su error cuando un industrial le propusiera explotar su invención y este se negara al creer que no sería un buen negocio.

Louis y Auguste Lumière

Los hermanos Lumière lo que hicieron fue perfeccionar el invento que tiempo atrás había realizado Thomas Alva Edison, el kinetoscopio, invento que mostraba también imágenes en movimiento, pero que solo se veían al mirar a través de una pequeña ventana.

Quien sí vio negocio en este asunto del cine fue Georges Méliès. Acudió a una nueva presentación del cinematógrafo que se llevó a cabo en un café parisino.

Si los Lumière inventaron el cinematógrafo, bien parece que Méliès, hiciera lo propio con el cine. Además de crear lo que está considerado el primer estudio cinematográfico del mundo, creó trucos como congelar los planos o recursos que ahora resultan tan básicos como el fundido en negro.

En el año 1902 dirigió, Viaje a la luna, de la que ya hablamos en el artículo Breve Historia de la Luna.

Te puede interesar:

Historias de cine