La princesa María y el duque de Suffolk, una historia de amor del siglo XVI
El reinado de Enrique VIII de Inglaterra siempre ha sido conocido por los desmanes amorosos del monarca y por su relación, muchas veces tumultuosa, con sus seis esposas.
Pero menos conocida es la historia de una de sus hermanas, María, que pasó a la posteridad como la princesa que desafió a su todopoderoso hermano para casarse, contra los deseos del monarca, con el hombre del que se había enamorado: Charles Brandon, duque de Suffolk.
La princesa María nació el 18 de marzo de 1496, siendo la última de las hijas supervivientes del matrimonio formado por Enrique VII e Isabel de York.
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Enrique VIII tenía una relación muy íntima con su hermana más pequeña, María, que pasaba largo tiempo con él y que conocería desde niña a Charles Brandon, doce años mayor que ella.
Es muy probable que María confiara a su hermano desde muy pronto que se había enamorado de su apuesto amigo, pero Enrique VIII tenía otros planes para su hermana, cuyo destino, como el de prácticamente todas las princesas de la época, era contraer matrimonios que fueran políticamente ventajosos para su reino y su dinastía.
Así, como parte del tratado de paz firmado entre Enrique VIII y Francia, la joven María de dieciocho años fue casada con el rey Luis XII de Francia, de cincuenta y dos.
María se casa con Luis XII de Francia
El matrimonio duró poco; tres meses después de la boda, Luis XII moría sin dejar herederos, según dijeron en la época, por haber disfrutado con demasiado ardor de las “mieles del matrimonio” con la joven María, que estaba considerada como la princesa más bella de la Europa del momento.
Enrique VIII envió a Charles Brandon con una comitiva a Francia a recoger a su hermana y traerla de vuelta a la corte inglesa.
Imágenes de la serie Los Tudor – Charles Brandon, seductor.
Pero no honró esa promesa, porque cuando se reunieron en Francia y ante la certeza que tenía María de que volvería a ser casada por intereses políticos en cuanto surgiese la oportunidad, ambos se casaron en secreto antes de regresar a territorio inglés, ayudados por el nuevo rey francés, Francisco I.
Alta traición
Eso suponía un delito de alta traición, pues se habían casado sin el consentimiento real y las consecuencias para ellos podían ser nefastas.
Cuando Enrique VIII se enteró de lo ocurrido, montó en cólera por lo que consideraba una traición por parte de su gran amigo y de su hermana. Los consejeros del rey demandaron que el matrimonio quedase anulado y que Charles Brandon fuera encarcelado o incluso ejecutado por alta traición contra su rey.
Sin embargo, pese a su enfado, Enrique se negó a condenar de tal manera a la pareja, pero les alejó de la corte durante un largo tiempo, mientras les obligaba a pagar una sustanciosa multa, así como devolver todas las joyas, la plata y los regalos que María había recibido cuando se casó con Luis XII.
María asume su culpa
Ambos miembros de la pareja se apresuraron a suplicar a Enrique su perdón y María asumió la culpa, diciendo que había sido la que había forzado a Suffolk a contraer dicho matrimonio a sus espaldas, pues sabía que, de otra manera, su esposo sería el recipiente de lo peor de la cólera de su hermano.
Sin embargo, la ira de Enrique no duró mucho y ambos volvieron a gozar de su cariño y favor muy pronto.
La pareja volvió a casarse en el palacio de Greenwich en 1515, bajo la atenta mirada de Enrique y su esposa, Catalina de Aragón y durante los siguientes años la relación de ambos con los reyes continuó siendo extremadamente cercana, hasta el punto de que Enrique llamó María a su única hija superviviente, la futura reina María I Tudor, en honor a su hermana.
Ambos se convirtieron en una de las parejas más populares de la corte de Enrique, participando en los eventos más destacados del reinado y María actuaba como primera dama de la corte cuando Catalina estaba embarazada o indispuesta.
El matrimonio tuvo cuatro hijos, Eleanor, Frances y dos niños llamados ambos Enrique, que fallecieron pronto. Ellos criaron junto a las dos hijas que había tenido Charles de anteriores matrimonios, dado que su casamiento con María había constituido su tercer enlace.
Relaciones familiares
María mantuvo una importante amistad con Catalina de Aragón, la esposa de su hermano, a la que siempre apreció profundamente.
Pero su relación con su hermano empezó a deteriorarse cuando este decidió divorciarse de Catalina por cualquier medio posible, defendiendo los derechos tanto de su cuñada como de su sobrina María frente a los ataques de Enrique.
Asimismo, despreciaba enormemente a Ana Bolena, la amante de su hermano, a la que había conocido durante su estancia en Francia y a la que odiaba con pasión. Sin embargo, aunque María se negaba a aceptar a Ana Bolena, la pareja y su familia dependía en buena medida del favor del rey, y Charles Brandon continuó al lado de Enrique mientras progresaba su relación con Ana, siendo, por ejemplo, uno de los encargados de la ceremonia de coronación de la nueva reina.
María murió en 1533, pocos meses después de la boda de Enrique y Ana, mientras su esposo se encontraba en la corte, cuando solo tenía treinta y ocho años. No se sabe exactamente cuál fue la causa de su muerte, aunque la mayoría de los historiadores indican que es posible que sufriera algún tipo de cáncer.
La historia de amor acabó aquí. Charles Brandon se casó por cuarta vez poco después de la muerte de María, con Catherine Willoughby, la que había sido hasta ese momento la prometida de su hijo Enrique y que solo tenía catorce años. Ella era una baronesa muy rica, joven y bella y su matrimonio duró hasta la muerte de Brandon.
Este falleció de forma repentina en 1545 y Enrique VIII, lleno de pena, comisionó un gran funeral para él y ordenó que fuera enterrado en la capilla de san Jorge del castillo de Windsor, donde él también sería enterrado. El destino de su familia seguiría unido; una de sus nietas, Lady Jane Grey, hija de Frances, se convirtió en la famosa reina de los nueve días tras la muerte de Eduardo VI, hijo de Enrique VIII y fue encarcelada y ejecutada por la reina María por alta traición. Pero esa ya es otra historia.
-Para saber más:
La historia de la princesa María y el duque de Suffolk ha suscitado la atención de muchos estudiosos, aunque prácticamente todos los libros dedicados a la figura están en inglés. Destacan los libros de María Perry The Sisters of Henry VIII: The Tumultuous Lives of Margaret of Scotland and Mary of France (donde también se cuenta la no menos interesante de Margarita Tudor, la hermana de Enrique y María) y la obra de W.C. Richardson, Mary Tudor: The White Queen. Esta historia también ha sido varias veces llevada al cine y a la televisión. Aparece en la famosa serie de Los Tudor, aunque en esta ocasión se toman muchas licencias respecto a lo que verdaderamente ocurrió y, de hecho, el personaje en la serie se llama Margaret (Margarita), como la otra hermana de Enrique VIII, y se casa con un rey de Portugal y no de Francia, como ocurrió en realidad. Muy interesante es la película que Disney realizó en 1953 en la que se relataba esta historia, titulada La espada y la rosa, y protagonizada por Richard Todd y Glynis Johns.
También te puede interesar:
El artículo en la versión inglesa de Actually Notes Magazine
The love story of Princess Mary and the Duke of Suffolk
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