Así titulaba la revista Vanity Fair… cuando presentaba como el coche del futuro el Phantom Corsair. Y, a la vista de las imágenes, así lo parece… solo que de 1938. Conozcamos su curiosa historia.
El Phantom Corsair apareció en la película “The young ln Heart”. Como podemos ver en el video anterior.
Si bien, en el film el automóvil se llamaba “Flying Wombat”. La película se estrenó el mismo año de 1938 y estaba protagonizada por Douglas Fairbanks Jr y Paulette Goddard. Solo uno de los modelos de Phantom Corsair era auténtico, el resto que aparecen en pantalla son réplicas. Y, es que, como ahora veremos, solo se fabricó un coche de estas características.
Phantom Corsair, diseño de Heinz
Efectivamente, el coche en cuestión fue diseñado por Rust Heinz, miembro de la famosa familia HJ Heinz, a la que todos conocemos por el ketchup.
En la fabricación también participó Maurice Schwartz de Bohman & Schwartz, una empresa de autocares con sede en Pasadena, California.
Rust Heinz estudió ingeniería. Alejado de los negocios familiares del tomate, creó los primeros bocetos del Corsair en 1936, cuando tenía tan solo 21 años. En la aventura, le ayudó, financieramente se entiende, una de sus tías. Con el dinero, se mudó a California y compró un Cord 810, uno de los vehículos tecnológicamente más avanzados de la época, con el fin de utilizarlo como base para su creación que, según esperaba con optimismo, representaría el automóvil del futuro.
Maurice Schwartz, copropietario de la referida empresa de construcción de autocares, ayudó a Heinz a dar vida a su pensamiento. Comenzaron con modelos de arcilla e incluso, el prototipo, fue probado en un túnel de viento. El chasis fue obra también de la empresa A.J. Bayer Company, donde sus operarios materializaron ese chasis tan personal.
El Phantom Corsair costó algo más de 24.000 dólares, lo que supondría hoy cerca de la nada despreciable cantidad de medio millón de dólares. Pensaban venderlo por 12.500, lo que era una cantidad que estaba al alcance de muy pocos. Sin embargo, la muerte de Heinz, poco después de que se completara el prototipo, dejó la historia incompleta.
¿Qué fue del Phantom Corsair?
Herb Shriner, el humorista estadounidense que fue una personalidad de radio y presentador de televisión, compró el automóvil y encargó a Albrecht Goertz, el diseñador industrial alemán que creó automóviles para BMW como el BMW 503 o el 507, que lo rediseñara para hacerlo más práctico.
Durante todos esos años, el coche estuvo visitando ferias y exposiciones. Siempre llamó la atención y sigue haciéndolo hoy.
Durante la década de 1970, el Phantom Corsair fue adquirido por William F. Harrah, un rico propietario dedicado al juego, los hoteles y casinos, que al tener el dinero como ‘castigo’, daba rienda suelta a sus deseos, en este caso todo tipo de coche de lujo.
Actualmente, el curioso automóvil es exhibido en el Museo Nacional del Automóvil en Reno.