Contenidos
- 1 Obras fundamentales de la Historia. Libros y novelas que cambiaron la visión de los hombres y mujeres
- 2 La Santa Biblia
- 3 El Corán
- 4 Mahabharata (500 a de C.)
- 5 Summa Theologica (1272)
- 6 Las Capitulaciones de Santa Fe (1492)
- 7 El Pacto del Mayflower (1620)
- 8 La Enciclopedia (1752)
- 9 El Contrato Social (1762)
- 10 La Declaración de Independencia de Estados Unidos (1776)
- 11 La Declaración de Derechos del Hombre y del ciudadano (1789)
- 12 El Manifiesto Comunista (1848)
- 13 El origen de las especies (1859)
- 14 Mi Lucha (1924)
- 15 Carta de las Naciones Unidas (1945)
Obras fundamentales de la Historia. Libros y novelas que cambiaron la visión de los hombres y mujeres
No hizo falta que Gutemberg inventara la imprenta para que el hombre, con su insaciable necesidad de dar respuesta a todas la preguntas que se planteaban, intentara poner luz donde sólo era capaz de percibir tinieblas.
Al cabo de toda una vida, sólo algunas obras han resistido el envite del paso del tiempo con la pretensión de hacernos comprender.
Es posible que algunas de ellas simplemente hayan complicado más las cosas, si cabe…
La Santa Biblia
Escritas en clave, a veces como un cuento, como un conjunto de sabiduría en forma de moraleja, superan con mucho el devenir de la Historia con sus cambios sociales y políticos.
No se trata de una simple referencia religiosa, va tan lejos que se ha convertido en lo que pretendía: la inmortalidad de la palabra de Jesucristo, el hijo de Dios.
Es la base sobre la que se rige el culto y la prédica de judíos y cristianos.
Aun muchos tratan de averiguar el mensaje del Apocalipsis, suponemos que para poder dormir tranquilos.
El Corán
Libro escrito por Mahoma, profeta de Alá, en el siglo VII. Es la Biblia del Islam. Se trata del texto sagrado que se rec
ita. Nada más y nada menos que veintitrés años tardó en ser dictado por Alá a Mahoma, a través del ángel Gabriel.
Los estudiosos encuentran contradicciones entre las ciento catorce suras (capítulos) que lo componen a causa de las diversas influencias judías y cristianas que obraron sobre Mahoma.
También habla del juicio final y tiene más de seis mil versículos de índole jurídico.
Mahabharata (500 a de C.)
Aunque a veces sólo tenemos de ellos una imagen unívoca: velos vaporosos detrás de rostros de mujeres que llevan dibujado un misterioso círculo en la frente y hombres que lavan sus pecados en un río, los hindúes conforman un conglomerado de más de setecientos millones de personas en la tierra.
El Mahabhrata, incluido en los cuatro vedas, las normas reveladas por los dioses, es un largo poema que sintetiza de alguna manera la fe de su religión: Creencia en la reencarnación y en que el Universo es un espacio cerrado cuyo centro parte de la India.
Todos tenemos ombligo, ¿no creen?
Summa Theologica (1272)
Se trata de la obra que más trascendencia tuvo en la Edad Media ya que sintetizaba todo el pensamiento griego y eclesiástico y, como consecuencia, ha servido para marcar el credo del catolicismo hasta ahora.
Escrito por el sacerdote Santo Tomás de Aquino, el significado de su obra ha condicionado la filosofía occidental de tal manera que o se estaba con sus ideas o se estaba en contra de ellas.
Santo Tomás extractó la base de la idea de Dios, la naturaleza humana y cómo conducirse por el camino recto, influencia perceptible en la religión católica
Las Capitulaciones de Santa Fe (1492)
Después de que el almirante vitalicio Cristóbal Colón dejara de ser corsario, como apuntan muchos de sus biógrafos, descubre América o América descubre al resto del mundo. Siendo optimistas sobre este hecho, hay que dar gracias a las Capitulaciones que se firmaron entre Colón y los Reyes Católicos en España en 1492.
Se trata de un contrato que estipulaba que el primero concedía, a cambio de una serie de contraprestaciones, nada más y nada menos que lo que ha descubierto por los océanos.
En las Capitulaciones se habla en futuro sin ni siquiera zarpar de puerto. Es por este motivo que se presume que Colón tenía los suficientes indicios como para saber lo que depararía la dura travesía por un océano “apenas” transitado.
El Pacto del Mayflower (1620)
Una vez más, la casualidad torció los acontecimientos. El Mayflower era el nombre de una embarcación que zarpó en 1620 desde Inglaterra rumbo a Virginia cargado con un centenar de emigrantes.
Por errores y por un temporal, aquellas gentes acabaron en Massachussets. Si bien el destino, o lo que fuese, les condujo hasta ese lugar, la imaginación les indicó que denominarían a aquella tierra de la misma manera que de la que procedían: Plymouth.
Así se compuso la primera colonia permanente de Nueva Inglaterra. El pasaje había obtenido permiso para asentarse en Virginia, su destino original, pero no en el territorio que ocupaban.
El vacío legal indujo a algunos de ellos a querer seguir los designios de la providencia e independizarse del resto de viajeros.
Para evitarlo, se firmó el Pacto del Mayflower, con el que se enmarca lo que muchos consideran la primera Constitución escrita de América, ya que permitía el establecimiento de leyes a las que quedarían sometidos todos los colonos.
Algunos historiadores están en la creencia que leyendo este pacto se puede empezar a comprender por qué Estados Unidos cree ser el portador manifiesto del destino universal.
La Enciclopedia (1752)
Diderot y D´alembert llevaron a la práctica el espíritu de la Ilustración, esto es, dieron luz al conocimiento y lo plasmaron.
La pretensión partía de una optimista premisa: dar cuerpo a todo el conocimiento humano. Ardua tarea la de recopilar datos que compusieran el corpus de la sabiduría.
Sobre todo si tenemos en cuenta los obstáculos que debían superar, y que se exponen en la propia obra: criticar los extendidos fanatismos religiosos, hacer una defensa de la razón y de la libertad de pensamiento.
Gracias a la Enciclopedia, la estructuración de la Ciencia hoy nos resulta natural.
El Contrato Social (1762)
Tratado que se propagó de manera clandestina, en ocasiones la mejor forma de difundir una idea. Se considera germen de la Revolución Francesa: la teórica lucha de clases por antonomasia.
Rousseau insistió en una idea abstracta que no se han dejado de pronunciar desde entonces en cualquier programa electoralista: igualdad. El contrato social lleva más de 200 años en las librerías y desde ese momento ha
sido un escrito que ha servido como teorización de la democracia o libro de cabecera de Fidel Castro.
Hasta ha llegado a ser justificante de ideas políticas conservadoras. Rousseau pretendía en 1762 detener, curiosamente, la marcha de corrupción sobre la sociedad. Nada nuevo bajo el sol.
Hay que decir que cuando se editó, fue condenado a ser quemado, el libro queremos decir. Cosas de la época.
La Declaración de Independencia de Estados Unidos (1776)
Cronológicamente se trata de la primera Declaración de Derechos del hombre, germen del constitucionalismo moderno.
Esta declaración fulmina los lazos y vínculos que unían a las trece colonias de América del Norte con Gran Bretaña.
Se presentó y votó unánimemente en el Congreso un 4 de julio de 1776. El texto declara la independencia no sólo en lo político sino también la independencia en la regulación económica.
Cuestión hasta entonces supeditada al dominio del colonizador.
Se trata de la fuente de la que bebe la posterior Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano producto de la Revolución Francesa de 1789.
La Declaración de Derechos del Hombre y del ciudadano (1789)
La soberanía recae en la nación. Se consagra algo que nos parece tan elemental como la libertad individual, de pensamiento, de prensa, de credo…
Se trata de diecisiete artículos basados en la teoría de la voluntad general de Rousseau y en la división de poderes, ejecutivo, legislativo y judicial de Montesquieu, y también en los derechos naturales que defendía la Enciclopedia de 1752.
El Manifiesto Comunista (1848)
Obra capital de Carlos Marx y Federico Engels, es el libro de cabecera del comunismo científico del siglo XIX.
Es la base desde la que, en teoría, se forjaron los regímenes que orbitaron alrededor del extinto bloque soviético, la antigua Unión Soviética, tras el telón de acero allá por la segunda década del siglo XX.
Muchos han visto, con acierto, las connotaciones religiosas que figuran en sus páginas: el proletariado es el pueblo que se debe redimir, la burguesía el propio demonio y, el comunismo, el salvador.
Como salta a la vista, habla de términos que parecen fuera de tiempo.
El origen de las especies (1859)
Removió los cimientos de tal manera que aún resuenan los ecos, ciento cuarenta años después. La selección natural de las especies, que la evolución de las mismas sea un proceso natural, chocaba de plano con la concepción de cualquier religión, no solo de la religión católica.
Dios queda a un margen alejado de la realidad. El darwinismo fue utilizado como justificación a posiciones racistas y como la mejor coartada para el capitalismo salvaje.
Si la pretensión del libro tenía un claro cariz científico, las siguientes generaciones le han dado un inusitado carácter ideológico.
Ciencia y política justificando el devenir de la existencia del hombre en la tierra.
Mi Lucha (1924)
Nunca más acertado el título de este libro doctrinario, como el propio Hitler define en su prefacio.
Y doctrinario en su acepción más peyorativa. “Mi lucha” es un compendio de la forma de gobierno y, en definitiva, de la forma de vida que Adolf Hitler llegó a instaurar, a través de las urnas, en la Alemania nazi de los años treinta del siglo pasado.
Rescoldos de cenizas que llegaron hasta la Segunda Guerra Mundial. No extraña que fuese escrito desde una celda y que tras lo que denominaba como “la solución final” se escondiera el genocidio.
Si bien, como también el autor afirma en sus páginas, el libro no es consecuencia directa del desenlace de los acontecimientos que ahora son recuerdo presente.
Carta de las Naciones Unidas (1945)
Tras la Primera Guerra Mundial se llegó a una terrible conclusión producto de lo cruento e inesperado de la batalla. Y fue tal la magnitud que incluso las Relaciones Internacionales se llegan a tomar como Ciencia.
El infructuoso intento de formalizar lazos entre los países de la Sociedad de Naciones condujo en 1945, mucho tiempo después, y tras los estragos de la Segunda Gran Guerra, a lo que hoy conocemos como Naciones Unidas.
Institución que ha generado siempre polémica, y de la que no escapa ya que es el filtro por el que discurre todo el cauce de la política mundial. Cuando habla, siempre se tiene la esperanza de que haga cumplir con ese optimista cometido: Naciones Unidas.