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“Yo derribé el avión de Saint Exupéry”
En marzo de 2008, Horst Rippert, de 88 años de edad, quien fuera piloto del III Reich de Hitler, se declaró autor de los disparos que abatieron el avión que dirigía el literato francés Antoine de Saint-Exupéry en 1944, y cuyo cadáver nunca ha sido encontrado.
Saint-Exupéry, aquél último día de julio, volaba con su avión de combate, un Lighning P38, corría el tiempo de la Segunda Guerra Mundial.
La misión militar de Saint Exupéry
Saint-Exupéry cumplía una misión de reconocimiento sobre la costa de Francia. Su servicio especial consistía en sobrevolar y fotografiar las defensas del ejército alemán sobre la región de la Provenza, una de las muchas medidas emprendidas para preparar el asalto de las fuerzas aliadas.
El avión se precipitó al mar, de eso ‘casi’ no cabe duda, ya que el tiempo y el mar van sacando a flote lo que desde tanto tiempo se halla oculto en sus profundidades.
En 1998, un pescador encontró, frente a las costas francesas y en una de sus redes mientras faenaba, una pulsera de oro deteriorada por la sal del mar.
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Llevaba una inscripción, el nombre y los apellidos del escritor y su esposa, Consuelo Saucín, nacida en Argentina y con la que tuvo, al parecer, una relación atormentada. Como remate, la pulsera mostraba sobre su interior la dirección del agente literario en Estados Unidos de Saint Exupéry. Vamos, que era suya…
En el año 2004 aparecía la matrícula del avión de guerra que pilotaba el escritor, autentificada convenientemente, al igual que la pulsera. La matrícula, con los números “2734”, apareció frente a la línea costera de Marsella, cerca de dónde se cree, terminó cayendo al mar.
En su momento, un testigo afirmó ver cómo se estrellaba un avión contra el mar. Momento a partir del cual se inició su búsqueda.
Búsqueda que hasta la fecha ha resultado infructuosa, a pesar de que famosos buscadores de tesoros submarinos ha salido a su encuentro.
Durante muchos años, los descendientes de Saint-Exupéry se opusieron a su búsqueda. ¿Por qué? No lo sabemos. Pero es así que se abren todo tipo de elucubraciones e interrogantes en cuanto a la verdadera historia. ¿Qué sucedió realmente?
La nota en el diario de Saint Exupéry
La pregunta surge cuando se tiene en cuenta un nuevo detalle. Para añadir una dosis mayor de misterio, es imprescindible recordar la nota que se encontró en su diario, la última anotación que escribió Saint Exupéry.
Es posible que el escritor se anticipara, sujeto a una premonición, y presintiera el peligro y el infortunio que le esperaba ese día.
Es posible que fuese casualidad o pura fijación: le es muy difícil a un hombre que está en la guerra, olvidar el peligro y la fatalidad.
La cuestión es que la anotación queda ahí, añadiendo enigmas a la historia porque muchos que se afanan en investigar qué le sucedió al artista, argumentan que el escritor pudo desaparecer por voluntad propia.
El Último Vuelo de Antoine de Saint Exupéry
Saint Exupéry dijo en repetidas ocasiones que si no volaba no podía escribir. Actos que realizaba de forma constante desde 1921, cuando ingresa en las fuerzas aéreas francesas, para pasar, posteriormente, a la aviación civil. Sobrevoló como piloto comercial en Aeropostales, hasta que en 1939 ingresó en la aviación francesa.
Conoció a Consuelo Saucín, precisamente en Buenos Aires, contrayendo matrimonio en 1931, pero supuestas infidelidades mutuas, hicieron inestable la unión.
Cuando comenzó la guerra Saint-Exupéry se encontraba en Estados Unidos. Pronto se alistaría como piloto de guerra para combatir por su Francia ocupada.
El Principito
“El Principito” es, por supuesto, su obra más conocida. Se trata de un supuesto cuento infantil donde nada corre al azar. El pequeño príncipe habita el mundo al que ya no puede regresar ningún adulto.
Saint-Exupéry, piloto aéreo
El Principito ve las cosas con la sabiduría inocente de la inocente niñez. El libro es fábula y es crítica. Saint Exupéry, con el lenguaje directo del cuento, critica al Rey, cuyo único deseo es mandar; critica al vanidoso, que sólo desea ser admirado; critica al Bebedor y a su incontrolado vicio; critica al Hombre de Negocios, que desea poseerlo todo, aunque en realidad no le sirva en absoluto; el Geógrafo, que no siente ningún tipo de interés por las flores ya que su vida es efímera y que registra con detalle todos los datos que encuentra…
El Principito, dibujado por Saint-Exupéry
El libro lanza muchos mensajes, pero el de su dedicatoria, quizás sea el más elocuente.
Tras un rodeo en el que comienza dedicando el libro a “una persona mayor”, en concreto un amigo que pasaba por importantes vicisitudes, pero que termina dedicándoselo a esa misma persona, cuando fue niño.
La lección más importante del cuento es la llamada de atención a los adultos que tan fácilmente olvidan cómo eran de niños.
El libro es un compendio de los valores que deberían imperar entre la humanidad y que, como se puede ver a diario, apenas se conocen realmente: la solidaridad, la bondad, la rectitud, la tenacidad, el compañerismo…
Las obras de Antoine de Saint Exupéry son:
Portada El Principito, dibujada por Saint-Exupéry
1926, novela breve “El Aviador”
“Correo del Sur”, 1928
“Vuelo Nocturno” 1931
“Tierra de hombres” 1939
“Piloto de Guerra” 1942
“El Principito” 1943 con la que se dio a conocer mundialmente
“Carta a un Rehén” 1944
Póstumamente, se publicaron:
“Ciudadela” 1948 libro de reflexiones
“Carnets” 1961 apuntes
“El Sentido de la Vida” 1956 recopilación de artículos.
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