Una fotografía de Rimbaud en su incipiente madurez reclamó la atención del mundo cultural en 2010.

Así es, se trata de una fotografía del poeta Rimbaud (Charleville, 20-10-1854 – Marsella, 10-11-1891), la mostrada en la parte superior derecha, con un incipiete bigote y en una edad más avanzada que se le conociera gráficamente hasta esta fecha, con 26 años.

La ausencia de imágenes del rostro de Rimbaud hizo que el descubrimiento, por parte de Jean-Jacques Lefère, biógrafo de Rimbaud y que hayó la imagen entre una colección amplia de esa época: alrededor de 1880, causó cierta expectación y todos los medios de comunicación se hicieron eco de la cuestión; recuperando la figura del “enfant terrible” de la literatura francesa.

Rimbaud

A la derecha, Rimbaud en su incipiente madurez, en la imagen de la izquierda, el eterno rostro del poeta.

Rimbaud en su incipiente madurez


Rimbaud es el paradigma del escritor al que se le ha forjado en leyenda.

Rimbaud solo publicó un libro en su vida

Así es, Rimbaud solo publicó un libro en su vida, “Una temporada en el Infierno“, autoeditado, recibió seis volúmenes de la imprenta, el resto de los ejemplares nunca llegó a ser distribuido.

En 1901 se encontró, semiabandonada en un almacén belga, la edición completa de la obra mencionada, que en su momento fue mal acogida por el circuito literario parisino.

A pesar de ello, Rimbaud logró la notoriedad entre los círculos literarios franceses gracias a la aparición de una selección de sus poemas en el libro “Los Poetas Malditos” de Verlaine y a la publicación de “Iluminaciones” en la revista La Vogue, en 1886, cinco años antes de morir.

Rimbaud, el enfant Terrible

Enfant Terrible, por apartarse de la ortodoxia artística y social de la época, no se auguraba ese destino a un joven que destacó pronto como alumno, considerado siempre como buen modelo por los profesores de la escuela a la que acudió solo hasta los 16 años, justo cuando comenzaba la guerra Franco-Prusiana en 1870.

Ese fue el año en que Rimbaud se escapó de casa por primera vez. Sin billete, viajó en tren hasta París, donde acabó en los calabozos de una comisaría durante una larga semana.

Comenzaba así el inicio de la transformación al mito, con su aspecto intencionadamente desaseado, con la ropa raída, fumando ostentosamente y bebiendo y cerrando los bares al amanecer.

Pero también reflejando sobre el papel lo que, sin saberlo y sin llegar a conocerlo, serían obras cumbres de las letras francesas, como “El Barco Ebrio“, escrito con 16 años y que traemos a nuestras páginas siguiendo este enlace…

Baudelaire y Verlaine, influencias de Rimbaud

La influencia de la obra de Baudelaire y Verlaine fue decisiva en su producción literaria. Al segundo, con el que se fraguó -como veremos a continuación- una relación tempestuosa, le envió una muestra de sus poemas.

Verlaine, gratamente sorprendió por su originalidad, le envió dinero para que acudiera a París, alojándole en su casa, en la que vivía con su esposa y sus suegros.

Corría el año 1871. La llegada del joven poeta alteró notablemente la paz de la respetable villa. Desaseado como ya comentábamos, y sin más equipaje que su incipiente talento.

Así las cosas, Rimbaud abandonó la casa, alojándose bajo el cielo estrellado de la capital francesa.

Cuando Verlaine le encontró, su estado era, obviamente, más lamentable: la vida en la calle no ayudaba demasiado, sobre todo si el ajenjo era el alimento más importante del día.

Juntos, en un estado ebrio la mayor parte del tiempo, sazonaban los días con opio y otros estupefacientes, entre los excesos de las juergas y orgías que terminaban al amanecer.

El punto álgido de la relación entre los poetas llega desde 1872 hasta julio del 1873. Es curioso comprobar cómo la mujer de Verlaine, intentándole apartar de la influencia de Rimbaud fue incapaz de hacerlo, hasta el punto de que Mathilde, como se llamaba la esposa de Verlaine, intentó apartar a su marido en un viaje a Bélgica sin conseguirlo.

El final de la amistad entre Verlaine y Rimbaud

La Locura real. Cuando Rimbaud decide regresar al que fuera su hogar para escribir “Una Temporada en el Infierno”, abandona a Verlaine en Londres, donde habían acudido juntos. Solo, sin su amigo y sin su familia, Verlaine es capaz de convencer a Rimbaud para que regrese a Londres.

Y es aquí donde surge el desencuentro, y donde toma cuerpo la leyenda real de lo que vendría a ocurrir. A mediados de 1873 es Verlaine quien abandona a Rimbaud para volver a Bruselas, desde donde escribe a su familia y amigos poniendo de manifiesto su intención de suicidarse.

El 8 de julio telegrafía a Rimbaud pidiéndole que acuda a reunirse con él.

Verlaine dispara a Rimbaud

Cuando Rimbaud llegó al hotel donde se alojaba Verlaine, lo encontró borracho. Verlaine llegó a disparar por dos veces contra Rimbaud, quien quedó herido en una muñeca.

Arrepentido por su acción Verlaine entrega el arma a Rimbaud, pidiéndole que acabe con su vida, cosa que no es capaz de hacer.

Ambos se dirigen al hospital para tratar la herida producida por el arma de fuego. A esas alturas Rimbaud había decidido abandonar Bruselas.

Ya en la estación de tren cuando Verlaine ve subir a su amigo al vagón, lleno de ira vuelve a empuñar su pistola.

Temeroso, Rimbaud pide auxilio a la policía. Verlaine es detenido y acusado por el estado belga, como consecuencia pasó dos años en prisión.

Era claro que la amistad entre ambos había concluido. Que la vorágine en la que se habían embarcado, en el éxtasis de la vida embriagada no solo de poesía, sino de la huída hacia los lugares más tormentosos de las almas, les había superado.

Rimbaud y Verlaine volvieron a encontrarse una vez más, en 1875, cuando el segundo salía de la cárcel.

En febrero de 1891, enfermo de un tumor en la rodilla, Rimbaud llegó a Marsella, donde tuvieron que amputarle la pierna derecha.

En julio volvió al hogar familiar, pero su salud empeoró.

En agosto regresó a Marsella, donde fue ingresado hasta encontrar la muerte, un 10 de noviembre del año 1891.


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José Carlos Bermejo
José Carlos Bermejo. Madrid, noviembre 1971. Escritor. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, ha colaborado en diferentes medios de comunicación, tradicionales y digitales y trabajado como técnico y responsable de comunicación para más de un ayuntamiento español. Es autor de las novelas WILDE ENCADENADO (prólogo Luis Antonio de Villena), y del thriller Li es un INFINITO de secretos. También de los libros de relatos Retazos de un mundo IMperfecto y Retazos de un mundo INcoherente, ambos traducidos al inglés, al portugués y al italiano. + info: www.josecarlosbermejo.com redaccion@actuallynotes.com

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