Simón Ruiz Díaz nos presenta su autobiografía con un título que revela bien a las claras la filosofía de vida de un joven de apenas 25 años. No obstante su edad y aunque pueda resultar sorprendente, Simón tiene muchas experiencias que contar.
Animado por los médicos que lo trataron se decidió a desnudar su alma a modo de terapia y no cejó en su empeño hasta que consiguió publicarla a principios del presente año 2012 en un bonito acto en Villamanrique de la Condesa, su pueblo natal, ubicado en la provincia de Sevilla.
Momentos desesperados de los que Simón, como cualquier otra persona en ese trance, no habría salido sin el sustento y calor de su familia, amigos, médicos, enfermeras y de su querido Villamanrique… porque Bailando bajo la lluvia no deja de ser un canto a la vida y a la superación infatigable de las dificultades, sean estas cuales sean. En un mundo como el nuestro marcado por ídolos prefabricados y vacuos no está de más volver la vista a los valores humanos más arraigados, sencillos y tradicionales; como bien se dice en el prólogo, Simón es un héroe de nuestro tiempo y un modelo de superación para la juventud de nuestros días.
La obra sigue modestamente la estela de obras tan conocidas como Mi vuelta a la vida y Vivir cada segundo del ciclista Lance Armstrong, en los que relata cómo superó el cáncer y ganó siete Tours de Francia. Bailando bajo la lluvia está escrita por un joven con el corazón de un niño, con mucha sencillez en el estilo de la escritura, clarividencia en sus conclusiones y un toque de entrañable ingenuidad. El resultado es un libro breve, de ágil lectura, muy emotivo, de un optimismo contagioso y con una poderosa fuerza exorcizante impregnando toda la obra.
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