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Blaise Pascal fue el promotor del autobús. Se podría decir que su inventor. Y hablamos del año 1662. Conozcamos esta curiosa historia…
Los primeros autobuses públicos comenzaron a funcionar en París. Y, sí, la idea fue exactamente del científico, físico, filósofo, matemático y, por supuesto, inventor Blaise Pascal, quien se la expuso al gobernador de Poitou, a la sazón duque de Ronanes.
El primer autobús de la Historia, Carosses a Cinq Sous
La idea era agilizar y mejorar el (inexistente) transporte público. Y Pascal tenía una idea que quizá se le hubiese ocurrido a alguien antes, pero fue él quien expuso la ocurrencia al gobernador, quien advirtió que era una idea tan buena como para respaldarla. Para ello, se construyeron siete carruajes que serían tirados por caballos.
Cada carruaje podría transportar hasta ocho pasajeros
Como era lógico, todo este plan guardaba detrás un interés crematístico. Se cobraría un precio por ser transportado en dichos carruajes. Así, se necesitaba el respaldo real, y el rey Luis XIV otorgó al duque un monopolio, lo que venía a significar la exclusividad del servicio y la no competencia. Cualquier competidor se enfrentaría a la confiscación de sus caballos y vehículos si prestaba un servicio similar.
El estreno de los primeros autobuses fue precedido por una gran ceremonia de inauguración. Era el día 18 de marzo de 1662.
Carosses a Cinq Sous
El acervo popular denominó a aquellos autobuses tirados por caballos como los Carosses a Cinq Sous. Este nombre se debió a que un viaje en el carro (carosse) costaba cinco sous, siendo un sou la moneda menos valiosa en la moneda francesa de aquel momento.
¿Por qué fracasaron los primeros autobuses?
Lo cierto es que este novedoso sistema de transporte no duró demasiado tiempo en París. Quince años después de inaugurado, cesó su servicio.
Hay varias ideas que han tratado de explicar por qué no se continuó con el servicio. De una parte, se dice que los viajeros lo hacían por diversión, y no por necesidad, y la diversión les duró lo que les duró, haciendo inviable económicamente el negocio.
Si bien los autobuses eran populares, el interés fue disminuyendo hasta que se interés se evaporó
Sin embargo, también se apunta a que el incremento en el precio del billete fue lo que realmente restringió el uso a los miembros de la alta sociedad, dejando de lado a las clases más populares, y quizá también las más necesitadas de su uso.
El ómnibus: “para todos”
Por desgracia, no hay testimonios que ilustren cómo fueron los carruajes que en 1662 imaginó Blaise Pascal.
Sí que hay testimonios gráficos de lo que vino después, como la imagen que se puede ver al comienzo de este artículo: el ómnibus.
No sería hasta cerca de doscientos años más tarde cuando el “Omnibus” llegó a Burdeos, también en Francia, recuperándose el servicio de transporte público y colectivo en la ciudad.
Poco tiempo después llegaría a otras ciudades del país como París, pero también a Nueva York o Londres.
De hecho, el nombre de “Omnibus” es más apropiado que el de autobús ya que deriva de la palabra latina que significa “para todos”.
La procedencia de la palabra “autobús”
Pero aún hay más motivos para que el nombre de “Omnibus” se popularizara.
Una tienda de venta y confección de sombreros que tenía por nombre “Omnes Omnibus” se encontraba cerca de la primera estación de autobuses que se estableció en Nantes, Francia.
Los viajeros del autobús adoptaron rápidamente el nombre de Omnibus, que se extendió como las palabras populares hacen, y con el tiempo fue variando hasta la forma actualmente extendida y conocida: “autobús”.
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