La risa puede ser un placer, y también la provocada por las cosquillas… aunque, bien pensado quizá no lo sea tanto si no son deseadas o lo son en exceso… Así lo han pensado, en muchas ocasiones, en diferentes épocas de la Historia. Tanto es así que se han utilizado como método de tortura…

La tortura con cosquillas de la Dinastía Han

Se dice que en tiempos de la Dinastía Han (la Dinastía que siguió a la dinastía Qin y precedió al periodo de los Tres Reinos desde el 206 a. C. hasta el 220 d. C.) se practicaba la tortura con cosquillas como castigo para los nobles por dos motivos: porque no dejaba marcas visibles en el cuerpo como otras prácticas más ‘salvajes’ y porque la víctima que las sufría podía recuperarse con relativa facilidad y rapidez sin mostrar efectos secundarios.

También en la Antigua Roma

Ya sabemos que el Imperio Romano fue una de las grandes superpotencias, en todos los órdenes de la vida: social, militar, económico… Y para mantener ese poder se sirvieron de todos los medios que estaban a su alcance. Cómo no, también utilizaron las cosquillas en algunos momentos.

Así lo cuenta Irene Thompson en su libro: “De la A a la Z del castigo y tortura” (“A to Z of Punishment and Torture“) la costumbre sobre esta práctica consistía en sumergir los pies del desdichado torturado en una solución de sal, a continuación, entraba en escena una cabra que lamería con profusión y sin descanso toda la sal de los pies. Este tipo de tortura con cosquillas comenzaría con un cosquilleo, pero pasado el tiempo llegaba ser algo doloroso en extremo.


En un número de la revista British Medical Journal se describe un método que recuperaba la tortuosa idea de los romanos utilizando las cosquillas que producía una cabra al lamer los pies de una víctima tras haber sido sumergidos en agua salada. Un castigo reiterado porque una vez que la cabra hubiera lamido la sal, los pies de la víctima se sumergirían de nuevo en el agua salada para repetir el despiadado proceso.

Y también en Japón

En el antiguo Japón, este método tan peculiar, se llamó shikei, que se podría traducir como “castigo privado”; y era infligido para aquellos delitos que estaban más allá del código penal. Una de esas variedades de tortura era lo que se denominaba como kusuguri-zeme, que sería algo así como “cosquilleo despiadado”.

En la Segunda Guerra Mundial

También ha quedado registrado para la Historia que este tipo de castigo se llevó a la práctica durante los oscuros tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

Es, por ejemplo, la historia de Josef Kohout, un superviviente del campo de concentración nazi Flossenbürg, encarcelado por su homosexualidad. Acontecimientos relatados en un libro The Men with the Pink Triangle escrito en 1972 por Hans Neumann (bajo el seudónimo Heinz Heger), y que a menudo se atribuye falsamente a Kohout. En él se cuenta cómo los guardias de las SS de la prisión nazi ejecutaban torturas con cosquillas, con plumas de ganso, en las plantas de los pies, entre las piernas, en las axilas, seguido de varias otras torturas con resultado de muerte.

Las cosquillas como arma en la ficción

Series de televisión, películas y relatos novelados han reflejado esta cruel forma de tratar al enemigo.

Sirva como ejemplo la serie VeggieTales donde el rey Jerjes se deshace de los criminales desterrándolos de la Isla del Perpetuo Cosquilleo, a la que la Muerte, empuñando una pluma, los acompaña. Aquí vemos un extracto del episodio:

 
También la serie de televisión Teenage Mutant Ninja Turtles tuvo un personaje recurrente llamado Don Turtelli cuya principal forma de tortura era llevar una pluma a las plantas de los pies de sus cautivos.

La tortura con cosquillas se ha convertido en el tema de muchas publicaciones fetichistas y sexuales. Estos escritos ficticios pueden representar la fantasía de un personaje deseable siendo interrogado. Estas historias no siempre son sexuales, aunque en su mayoría son objeto de fantasías sexuales. Debido al elemento de fantasía de la trama, los personajes son a menudo mágicos o las circunstancias son completamente imaginativas.


¿Qué te ha parecido?

0
Excitante
0
Feliz
0
Me encanta
0
No estoy seguro/a
0
Mejorable
M Lilian Montesinos
Estudiante de periodismo. Publicando en medios digitales desde 2015. Me apasiona la escritura y me tomo muy en serio mi trabajo: consulto fuentes, busco la imparcialidad y la objetividad como buen profesional. lilian@actuallynotes.com

More in Curiosidades

You may also like

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *