A lo largo de la historia hay una serie de períodos muy concretos que, por su idealización romántica o por su aparición en productos audiovisuales, generan una conexión especial con el imaginario colectivo. A lo largo de los años cuarenta y sesenta vivimos lo que se conoce como la época dorada y clásica del Western. Varios filmes generados en Hollywood provocaron un interés inusitado en relación al Far West Americano.
Cuando pensamos en el Lejano Oeste, se plasman en nuestra mente una serie de elementos arquetípicos, muchos de ellos extraídos de algunas obras de ficción como las que hemos citado: el poblado construido en una llanura; la oficina del sheriff y sus cárceles repletas de forajidos; y finalmente los salones y tabernas llenos de jugadores y tahúres, donde se disputaban partidas con reglas no muy diferentes a las actuales.
Debido a esta idealización romántica, con elementos que se repiten simultáneamente como un cliché, es complicado discernir los hechos mitificados con los que encajan con la verosimilitud histórica. El fervor por el Western, originado en los cuarenta, desarrollando en los sesenta y entrado en decadencia en los setenta, nunca ha acabado de desaparecer por completo. Por ejemplo, una de las obras culturales más potentes de los últimos años, el videojuego Red Dead Redemption 2, ha sido todo un éxito de crítica y de ventas, y está ambientado en este periodo histórico. Algunos especialistas lo consideran como uno de los mejores videojuegos de toda la historia.
¿Qué tienen los cowboys que, al igual que los Piratas del Caribe, siguen maravillando a generaciones pasadas y futuras? Pues una de las respuestas a esta pregunta la podríamos ubicar en sus protagonistas. A lo largo del siglo XIX encontramos una serie de perfiles históricos que han ayudado a dotar de personalidad a los cowboys de la ficción. Seguidamente describiremos algunos de los más populares, intentando discernir entre los elementos caricaturescos y los hechos reales, un ejercicio que no siempre es fácil y más en estos contextos imbuidos de romanticismo.
Billy the kid, Billy el niño
El primero de nuestra lista no podría ser otro que Billy the Kid, un personaje polifacético que tuvo varios nombres a lo largo de su vida: William H. Bonney, Henry Antrim o su nombre real, William Henry McCarthy. Nacido en Nueva York en 1859, se ha convertido en uno de los forajidos más famosos del lejano oeste. Es considerado como el autor material de 21 tiroteos, algunos de ellos en defensa propia y otros en conflictos aleatorios típicos de las obras de ficción. Fue abatido en 1880 por uno de sus amigos de la infancia: el Sheriff Pat Garrett. Tras ser capturado y después de haberse fugado de la prisión, fue acorralado por los agentes de la ley y abatido por su viejo amigo. Algunas teorías afirman que el forajido sobrevivió a aquel tiroteo y que residió en Texas con un nombre falso. Ha tenido una influencia muy destacable dentro de la cultura popular; por ejemplo, apareció en un episodio de la popular serie Los Simpson.
La segunda biografía destacable es la que nos ofreció Jesse James. Nacido el Condado de Clay, en Misuri (1847), James es otro de los pistoleros más famosos de la historia. Su fama radica en su pertenencia a la banda de asaltantes James-Younger, uno de los grupos de forajidos más populares del Far West, conocidos por sus asaltos a varios bancos. Su figura ha sido idealizada enormemente por las obras de ficción, donde se le describe como un Robin Hood moderno. Es decir, se afirmaba que repartía los botines de sus ataques. La falta de evidencias históricas con relación al personaje demuestra la mitificación de este periodo.
Annie Oakley
Para destacar un perfil femenino, habría que hablar de Annie Oakley. Originaria del Condado de Darke, en Ohio (1860), es considerada como una de las tiradoras más destacadas de su época. Participó a lo largo de 17 años en la popular compañía de Buffalo Bill, grupo que recreaba varias escenas del Far West. Su experiencia con las armas radica en que era una magnífica cazadora. Se convirtió en una de las estrellas de la compañía y era capaz de disparar a un naipe y partirlo en dos.
Clay Allison
Finalmente, para cerrar nuestra lista de personalidades importantes del Lejano Oeste, hay que detallar la biografía de Clay Allison, que destaca por ser una de las mejores documentadas. Nacido en Tennessee en 1840 y conocido popularmente con el nombre de “Crazy Clay” -que ya nos deja entrever su personalidad-, disponía de muchas órdenes de captura que nadie se atrevía a ejecutar. Se convirtió en oficial del ejército en la Guerra Civil Americana por su fuerte personalidad y su buena puntería. Cuando finalizó el conflicto se dedicó a batirse con duelo con personas que afirmaran que eran buenas con el revólver -con pésimo resultado para sus contrincantes-. Finalmente, abatió a un comisario y fue perseguido por los Rangers, en este contexto se casó con una india y se escondió entre las tribus autóctonas de la región. Murió con 47 años después de sufrir un accidente con un carro que trasladaba grano. Su funeral fue multitudinario, con cientos de personas que querían alabar la vida de un hombre de película, nunca mejor dicho.