Hoy serían impensables: las “Baby cages“, “jaulas para bebés” como se conocieron en Londres y en numerosas ciudades de Estados Unidos, se pusieron de moda durante la década de 1930, aunque su origen parece anterior, todo apunta que no antes de 1884.

En el libro ‘The Care and Feeding of Children‘, (El cuidado y alimentación de los niños) del pediatra Luther Emmett se describía que los bebés necesitaban ser “ventilados” para “renovar y purificar la sangre”. En dicho tratado se describen fórmulas muy similares a las que vemos en las siguientes imágenes y que se extendieron en viviendas que contaban con espacios reducidos o en domicilios donde los progenitores, ausentes de vértigo imaginamos, consideraban que era beneficioso para sus bebés tomar el sol, aunque fuese en un espacio tan pequeños -recuerdan las jaulas de los pájaros o de las gallinas-; y colgados al aire. Aunque también existe una causa relacionada con la salud, como ahora veremos…

La patente de Emma Read

Como podemos contemplar en el siguiente video, en el año 1922, Emma Read patentó una jaula para bebés. Aunque ya estaba extendido su uso por la proliferación de los centros urbanos, existía una razón para que la moda, que había sido pasajera, de las jaulas para bebés, cobrara pujanza y se extendiese en su uso ampliamente.

Esta razón es la Tuberculosis: una enfermedad pulmonar que se cobraba la vida de numerosas personas y, sobre todo, bebés. En la década de 1920, 100 de cada 100.000 estadounidenses fallecían a consecuencia de esta enfermedad.


Sin soluciones que pudieran atajar el contagio, se pensaba que en materia preventiva, sería bueno que los pequeños (y no tan pequeños) “tomaran el sol al aire libre”. Y que los espacios cerrados se ventilaran de forma continuada.

Décadas después, cuando las muertes por tuberculosis descendieron gracias a la vacunación, esta moda también lo hizo. 

Cuando se pusieron de moda las jaulas para bebés

Cuando se pusieron de moda las jaulas para bebés. FOX PHOTO GETTY IMAGES

Baby Cages

Baby Cages

Sobre esta teoría, de que es mejor que los niños estén en la calle que en espacios cerrados, abunda lo que ocurre en países como Suecia y Dinamarca, donde es común que las personas mientras están en restaurantes o tiendas dejen a sus bebés afuera, en la calle. “Los padres generalmente están muy cerca, cerca de la ventana”, dice la fotógrafa y madre de Jenny Brandt, cuya historia puedes seguir en el enlace anterior. “Creo que todo comenzó porque los cafés y las tiendas son muy pequeños”, concluye.

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José Carlos Bermejo
José Carlos Bermejo. Madrid, noviembre 1971. Escritor. Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, ha colaborado en diferentes medios de comunicación, tradicionales y digitales y trabajado como técnico y responsable de comunicación para más de un ayuntamiento español. Es autor de las novelas WILDE ENCADENADO (prólogo Luis Antonio de Villena), y del thriller Li es un INFINITO de secretos. También de los libros de relatos Retazos de un mundo IMperfecto y Retazos de un mundo INcoherente, ambos traducidos al inglés, al portugués y al italiano. + info: www.josecarlosbermejo.com redaccion@actuallynotes.com

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  1. Very well presented. Every quote was awesome and thanks for sharing the content. Keep sharing and keep motivating others.

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