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En Estados Unidos, los delitos de odio se han incrementado considerablemente a partir de la llegada al poder de Donald Trump, sostienen el director de seguridad privada Miguel Ángel Arranz Molins y la socióloga Myriam Barat Conejos en su estudio “Los delitos y los grupos de odio en Estados Unidos con el auge de Donald Trump”, que puede consultarse de manera pública en la página web de este especialista, en el apartado “Estudios y análisis sobre delitos de odio”.
Esto debido a que apenas 34 días después de la elección, este tipo de atentados sumaron 1094, de acuerdo al Southern Poverty Law Center.
“Desde el inicio de la campaña presidencial de Donald Trump (16 de junio de 2015) se aprecia un aumento considerable de los crímenes de odio en todos los estados, coincidiendo con la retórica xenófoba, racista y machista de Trump, hilo conductor de todos los principales discursos pronunciados en su campaña”, reza el documento.
“Desde el inicio de la campaña presidencial de Donald Trump (16 de junio de 2015) se aprecia un aumento considerable de los crímenes de odio”
En 2015 se incrementaron en un 69 por ciento los ataques en contra de los practicantes del islam en ese país y en un 6,8 por ciento en general todo tipo de crímenes de odio, ya sea por orientación sexual, religión u origen étnico, siendo estos últimos los que representan más de la mitad del total de los crímenes de odio que se cometieron en 2016.
Analizando algunos discursos de Donald Trump
En el estudio antes citado, Arranz y Barat analizan algunos discursos de Trump y relacionan al actual Fiscal General de los Estados Unidos, Jeff Sessions con grupos conservadores que se opusieron en su momento a la ley para la prevención de los delitos de odio y asegura que un buen número de miembros del gabinete de Trump pertenece a “grupos abiertamente simpatizantes del nacionalismo blanco”.
Asimismo, se analiza la incidencia de crímenes de odio en sus distintas vertientes y casos específicos como la ciudad de Los Ángeles y explica la relación que existe entre los memes de la Rana Pepe, el antisemitismo y la campaña de Donald Trump.
América: blanca y cristiana
“En opinión de Trump y Bannon, América está en su centro occidental: significa blanco y cristiano (o al menos judeocristiano). La implicación es que cualquier persona en los Estados Unidos, que no es blanco y cristiano, puede no ser verdaderamente estadounidense, sino más bien un impostor y una amenaza”, observan los especialistas.
Tipos malos, violadores o criminales, son algunos de los apelativos que utiliza el mandatario estadounidense para referirse a los mexicanos, indican Arranz y Barat, además de que a partir de su entrada al poder ha intensificado las políticas anti migratorias no sólo en contra de latinoamericanos, sino también de musulmanes, incrementando penas y abogando por eliminar las ciudades santuario, además de buscar bloquear la entrada a extranjeros.
Asimismo, ha sostenido un discurso homofóbico y en contra de la población afro americana.
“América está en su centro occidental: significa blanco y cristiano”
la Ley para la prevención de los delitos de odio
De acuerdo a estos especialistas, en octubre de 2009 se creó la Ley para la prevención de los delitos de odio Matthew Shepard y James Byrd, Jr., durante la administración de Barak Obama, aunque más de 10 años después de que se presentaran los crímenes a los que hace alusión el nombre de esta legislación.
Con ella, se tipifican nuevas formas de delitos de odio. A decir de los investigadores, “la orientación sexual, la identidad de género o la discapacidad. Igualmente elimina el requisito de que la víctima esté realizando una actividad protegida federalmente”, además de que ampara legalmente a las personas transexuales, lo cual no tenía precedente en ninguna legislación y conmina al FBI a realizar diagnósticos sobre los delitos de odio que se cometen en contra de este sector poblacional.
El antecedente de esta nueva ley es la Ley Federal de Delitos de Odio que se aprobó en 1969 y que derivó de los ataques que encabezaron grupos conservadores en contra de minorías, particularmente de ascendencia afroamericana a partir de la aprobación de la Ley de Derechos Civiles en 1964, aunque sólo se les amparaba en caso de ser atacados mientras realizaran actividades federalmente protegidas, como ir a la escuela o a votar.
Como era de esperarse, esto no paró este tipo de crímenes, lo que queda en evidencia con la introducción del término “hate crimes” en la terminología legal en 1985, fecha en que destacó una nueva oleada de crímenes con motivos raciales.
La siembra política de Trump
Por último el análisis destaca que en los estados donde Donald Trump ganó por el 60% o más de los votos, estos grupos de odio han aumentado en un 15%, pero contrariamente a lo que podíamos pensar, en los feudos demócratas donde Hillary Clinton sacó más del 60% de los votos también se registraron un aumento, en esta ocasión del 18% de los grupos de odio, llegando algún estado hasta el 110% con respecto a las cifras del 2013, demostrando de esta forma que el mensaje de Donald Trump se impregnó en los estados con el voto mucho más polarizado.
Sin embargo en los territorios donde la victoria de los Republicanos fue ajustada y próxima al 50%, es decir sin una clara división, se registró un descenso del 14% de los grupos de odio.
Lee el estudio completo, aquí: “Los delitos y los grupos de odio en Estados Unidos con el auge de Donald Trump”