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El plebiscito de Hitler. Cómo anexionarse una nación y legitimarlo sin disimulo
La imagen inferior corresponde a una auténtica papeleta electoral. Es la papeleta del plebiscito que convocaron los nazis tras la invasión y anexión (Anschluss) de Austria el 12 de marzo de 1938.
La papeleta electoral de Hitler
Sin ahondar en todos los acontecimientos relacionados con la invasión y las consecuencias aducidas sobre el Tratado de Versalles, nos centramos en esa papeleta electoral, que no tiene desperdicio. En realidad, el proceso de votación completo no la tiene. Veámoslo…
El plebiscito se celebró apenas un mes después, el 10 de abril.
Salta a la vista cómo se utilizó la tipografía, cómo resalta el nombre de Adolf Hitler, las partes de la pregunta que interesan y, además, cómo se diferencian con claridad el “SI”, (“JA”) y el “NO”, (“NEIN”).
Toda la historia en este video
La papeleta dice lo siguiente:
¿Está de acuerdo con la reunificación de Austria con el imperio alemán, promulgada el 13 de marzo de 1938? ¿Vota usted por el partido de nuestro lider, Adolf Hitler? Si No
El resultado del plebiscito
El resultado fue que el 99,70% del electorado votó “si” a la unificación, pero ni el voto fue secreto, pues se rellenaba frente a los militares nazis, no había urna donde depositar la papeleta, y tampoco pudieron votar las 70.000 personas que fueron detenidas por los nazis del ejército del III Reich tras la invasión.
Cuesta creer que Adolf Hitler se tomara tantas molestias en justificar la invasión y anexión de Austria, con un proceso electoral tan torticero y manipulado. Quizá porque eran los primeros momentos de las atrocidades que vendrían después.
La Primera Guerra Mundial y las soluciones del Tratado de Versalles habían dejado demasiadas cuentas sin saldar y Hitler quería cobrarlas rápidamente ante la pasividad general.
Los países europeos apenas presentaron más que protestas formales y diplomáticas, pero nada más.
Se abría así la puerta a que los nazis emprendieran nuevas acciones encadenadas entre aberración y aberración que llevarían hasta la Segunda Guerra Mundial.
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“La Primera Guerra Mundial y las soluciones del Tratado de Versalles habían dejado demasiadas cuentas sin saldar y Hitler quería cobrarlas rápidamente ante la pasividad general”
No parece censurable querer cobrarlas rápidamente, máxime,cuando la “pasividad general” igual supone siglos de espera.
¿O con “pasividad general” se está queriendo decir otra cosa?
Anexionándose territorios, invadiendo media Europa… es una actitud… algo más que censurable. Y lo es (o fue) también la pasividad del resto de países.
Very good article. Muy bien explicado.