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El surgimiento del movimiento obrero en España

Imagen Wikimedia Commons




Las principales corrientes ideológicas del movimiento obrero español surgen en el periodo del Sexenio Revolucionario (1868-1874). Anarquismo y Socialismo llegan a España de manos de:

  1. Giuseppe Fanelli, quien introduce el anarquismo, y;
  2. Paul Lafargue (yerno de Karl Marx), que hace lo propio con el socialismo marxista, conformando un grupo marxista en Madrid.

El internacionalismo y la Ley de asociaciones

El internacionalismo se basa en la idea de que la clase trabajadora, de todos los países, se unan más allá de las fronteras nacionales (bajo el lema: proletarios del mundo, uníos), oponiéndose a nacionalismos y a las guerras, con el fin de derrotar al capitalismo.

En España, estas ideas se consolidan con la Primera República (régimen político en España desde el 11 de febrero de 1873, hasta el 29 de diciembre de 1874, cuando el general Martínez Campos se pronunció dando lugar a la restauración de la monarquía borbónica).

En este tiempo, grupos anarquistas intentaron derrocar el Estado español sin éxito.


A partir de aquí, el gobierno español declaró ilegal a la FREI, Federación Regional de la Internacional, la delegación de la Asociación Internacional del Trabajo (AIT, Worker’s Association, en inglés: organización internacional que reúne a sindicatos de diferentes países).

Por contra, en 1887, Sagasta (Práxedes Mariano Mateo Sagasta, presidente del Consejo de Ministros en el período comprendido entre 1870 y 1902) aprueba la Ley de Asociaciones.

Las corrientes ideológicas del obrerismo en España: marxismo y anarquismo

La principal diferencia entre anarquistas y socialistas era:

Hitos históricos

En 1879 Pablo Iglesias funda el Partido Socialista Obrero Español.

Sus postulados:

En 1888, el PSOE impulsó la creación del Sindicato General de Trabajadores (UGT) para reclamar mejoras laborales de los trabajadores.

El anarquismo en España

Se desarrolló en Cataluña, en Andalucía (sobre todo en el entorno rural) y en Valencia y Aragón.

Se distinguen dos corrientes: grupos de acción directa y anarcosindicalismo.

Anarcosindicalismo

Fue el movimiento mayoritario. Sus formas de reivindicación pasaban por la acción directa y la huelga general. Su organización principal fue la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), que se fundó en Barcelona, en el año 1881. En 1888 se disolvió por desacuerdos internos. También por las acusaciones de ocupaciones de fincas, atentados y crímenes contra terratenientes en Andalucía.

Grupos de “acción directa” o de “propaganda por el hecho”

La acción violenta se tradujo en atentados: intento de asesinato de Martínez Campos (autor del pronunciamiento que provocó la restauración de la monarquía borbónica), la explosión de la bomba del Liceo, atentado en el que se lanzaron dos artefactos explosivos sobre el patio de butacas del Gran Teatro del Liceo de Barcelona, el 7 de noviembre de 1893 y donde murieron veinte personas o la acción terrorista ocurrida en Barcelona, el 7 de junio de 1896, contra la procesión que se celebraba con motivo del Corpus Christi y que causó la muerte de 12 personas.

El asesinato de Cánovas del Castillo en 1897, a manos del anarquista Michele Angiolillo, respondió, según él, vengar a los procesados por los crímenes del Corpus Christi, aduciendo que el proceso había sido irregular. Conocidos como los “procesos de Monjuic”.

En 1896 la legislación española se endureció ante las acciones llevadas a cabo por los anarquistas, hasta que en 1910 se funda la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT), volviendo el anarquismo a la legalidad.

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