¿Eres o no eres wanderlust?

2 razones diferenciadoras por las que eres un espíritu viajero muy especial, un auténtico wanderlust, y no lo sabes… aún.

Desde el punto de vista etimológico, el término wanderlust nos traslada , en sus orígenes, hasta la lengua germana. Wandern viene a significar en castellano algo así como “hacer excursiones”, “peregrinar”, “excursionear”…; mientras que lust hace referencia a algo tan sugerente como… la “pasión”, la “voluptuosidad”, “el deleite”. De tal manera que, la combinación, ya te puedes hacer una idea del resultado que ofrece: Un wanderlust -palabra sin género- es alguien que tiene un particular gusto por descubrir, por disfrutar, en cualquier momento, de forma planeada o improvisada, y que, en definitiva, alberga en su espíritu una auténtica pasión por viajar.

¿Viajar a Suiza, ahora, en avión privado?

El fenómeno wanderlust no es nuevo, grandes viajeros han existido en la Historia pero sí es cierto que, en los últimos años, se escucha hablar de él a menudo porque cada vez hay más personas en el Mundo interesadas en vivir con intensidad y de una manera diferente sus periodos vacacionales, sobre todo entre los millennial, jóvenes a los que la vida les sugiere vivir nuevas experiencias, alejadas de lo comercial o de lo usual y convencional; incluso en los últimos tiempos han proliferado las publicaciones específicas sobre el tema que ofrecen todas las perspectivas, experiencias compartidas… para ampliar el enfoque y contar con un mayor número de argumentos y vivencias de otros ‘wanderlust’.

Pero, como decíamos al comienzo, vamos a interpretar las dos principales claves diferenciadoras por las que tú, o yo, podemos ser un wanderlust. Vamos allá…

1. Eres un wanderlust si sabes disfrutar de lo que (casi) nadie siquiera imagina

Desde hace ya suficiente tiempo, Internet se ha convertido en la mayor agencia de viajes del planeta y La Red es el territorio ideal para un sagaz ‘wanderlust’. Imagina que quieres volar, ahora mismo, a Suiza, ¿por qué no? Pues puedes hacerlo… Es posible encontrar apps con servicios como los que ofrece JetApp y conseguir un vuelo privado que te lleve al país transalpino. De forma improvisada o planificada, si sientes el deseo, y puedes permitírtelo, disfrutar de ese genial viaje te convertiría en un wanderlust de primerísima generación. De hecho, contratar un vuelo chárter privado es una experiencia que te puede conducir a visitar los aeropuertos más grandes o los más pequeños y recónditos del planeta, quizá lugares ideales que no son visitados por las muchedumbres que se dejan llevar por lo que hacen todos los demás, exactamente lo contrario del espíritu del que hablamos.

Un vuelo privado se ajusta a tu horario y calendario y el check-in se realiza de una forma más rápida que la habitual. Una forma, en definitiva, de marcar una línea divisoria en la forma de viajar.

2. Eres un wanderlust si disfrutas del viaje desde que lo imaginas

Recuerdo que Antoine de Saint-Exupery contaba en El Principito, en el encuentro de este con el zorro, contaba que lo que le hacía feliz no era (solo) reencontrarse, tener una cita, ni siquiera la cita en sí. Antes de eso, lo que le hacía feliz era saber que se encontrarían, y disfrutaba desde ese momento de espera. “Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré”, decía el zorro.

Ser wanderlust también implica disfrutar del viaje desde que se atisba en la imaginación; desde el instante en que se tiene la certeza de que se emprenderá una nueva aventura.

Después, queda emprenderlo, llegar al destino y gozarlo, seguir en el regocijo. ¿No creen que es un buen planteamiento? ¿Intentar disfrutar de todo en todo momento? Pero hacerlo con sentido, no porque sí.

Esa es parte del espíritu del que estamos hablando.

Así es que, ya sabes, si cumples con estos dos requisitos básicos –hay más, por supuesto–, pero estos son los fundamentales… Si es así, eres de esas personas especiales y diferentes, esas que, con acierto, llaman ‘wanderlust’ ;D