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Hace pocos días leía en un artículo que publicaba el diario El Mundo una interesante reflexión sobre el futuro de las carreras de Humanidades.
Desde siempre, al menos desde que tengo uso de razón ‘académica‘, se ha mantenido en el pensamiento de la opinión pública, como un ‘mantra‘, que completar cualquier ciclo o carrera relacionada con las Letras, estudiar literatura, por ejemplo, carecía de las suficientes garantías para ganarse la vida en el complejo mercado laboral. Algo que, sin ser real del todo, parece estar cambiando de una forma determinada y determinante. Al menos en su percepción más elemental y práctica. Por suerte. Veamos cómo…
Las salidas que ofrecen las carreras de Humanidades no se reducen sólo a los tradicionales aspectos docentes. Siempre parece haberse entendido que estudiar literatura o cualquiera de sus ramas, vgr., servía para ser profesor en Escuelas o Institutos de Enseñanzas Medias o Universitarias. Nada más lejos de la realidad que nos circunda; y sobre todo en las nuevas perspectivas de una economía que encuentra nuevos nichos transversales y complementarios.
En estos momentos, hay sectores económicos, algunos siempre pujantes, tales como el Turismo y la Tecnología, que buscan perfiles de recién licenciados dotados de una clara formación humanística.
Turismo y Tecnología, quién lo iba a decir: salidas para ‘los de letras‘
¿Si te dijera que Steve Jobs contaba con formación universitaria basada en Humanidades? ¿Qué pensarías? Pues, sí, es cierto, Jobs no concluyó ningún estudio universitario, pero comenzó estudiando Filosofía en el Redd College. Y no terminó los estudios por otra razón distinta al elevado coste de los mismos. Aún así, prosiguió asistiendo a clases como oyente durante 18 meses más.
En cualquier caso, esa formación, como apuntan sus biógrafos, le sirvió para sentar la base de un pensamiento diferente: contracultural, si se quiere. Lo suficiente como para generar un trascendental cambio de paradigma para todos: creando Apple y revolucionando el mundo de la comunicación con el primer ordenador personal, el Mac, el iPhone, el iPad…
En la actualidad, el mundo tecnológico necesita de ese pensamiento transversal más que nunca. Existen empresas tecnológicas, como philjobs.org, que solicitan perfiles de recién licenciados donde destaque su estudio de la lógica, la metafísica o la filosofía del lenguaje. No es broma. Es así. Eso sucede en esta empresa radicada en el estadounidense Estado de Texas. Y, ya sabemos, lo que sucede en Estados Unidos, termina sucediendo en la ‘vieja Europa‘ más pronto que tarde.
¿Por qué sucede esto?
Este cambio en el modelo productivo ocurre porque esta empresa tecnológica, como muchas otras, está trabajando sobre la base y el desarrollo de la Inteligencia Artificial y sus múltiples aplicaciones para nuestra vida cotidiana. Y de lo que se ocupan ahora es de dotar a las máquinas, a los cyborgs, de una mentalidad y un razonamiento humano. Una destreza que los alumnos de Humanidades pueden ofrecer, por formación, y algo de lo que carecen ingenieros, informáticos o matemáticos.
Asimilar este delicado proceso es una de las tarea más complejas e importantes que podamos imaginar para el futuro (ya el presente) que nos llega. Solo una persona que haya estudiado cómo se vértebra el pensamiento de las personas, la razón o la ética, puede contribuir a que su trabajo dote a las ‘máquinas‘ del cariz humano necesario.
Y, por lo que respecta al Turismo, una inagotable fuente de ingresos para países como España, los profesionales de las Humanidades encuentran múltiples salidas profesionales. Guías turísticos, profesionales de los departamentos responsables de velar por el Patrimonio Cultural. Son infinidad los turistas que desean conocer los detalles de la arquitectura que puebla nuestras villas y ciudades; los que desean conocer los misterios que albergan los emblemáticos edificios donde nacieron los hombres ilustres que ha dado la Historia…
¿Para qué sirve estudiar literatura?
Las carreras de Humanidades, en su conjunto, tienen una utilidad que va ganando nuevas perspectivas con el paso de los años, como apuntaba anteriormente, además de los tradicionales empleos. Podríamos definir una lista cualificada con estas profesiones:
- Los ya conocidos como docente en educación secundaria o en el ámbito universitario.
- Técnicos en el mercado editorial de la edición de libros, escritor de reseñas bibliográficas o digitalizador de libros; incluso lector de manuscritos.
- Profesionales de los medios de comunicación, como responsables departamentales, periodistas, redactores de contenidos para medios digitales o impresos; y los relacionados con el universo publicitario en todas sus vertientes.
- Los tan queridos por los escritores: los críticos literarios.
Y, por supuesto, si quieres ser escritor, nada mejor que estudiar una carrera o un máster relacionado con la literatura.
El saber no ocupa tanto lugar como el talento, pero es igual de necesario 😀