En 1912, Franz Reichelt, “El Hombre Pájaro”, se lanzó con alas artificiales desde la primera planta.
El resultado, previsible, lo podemos ver en el video de la izquierda. Reichelt hizo un agujero en el suelo de 35 centímetros de diámetro.
Aunque parezca de broma, el suceso fue real. Reichelt, sastre de profesión, comenzó a indagar en los inventos y artilugios que Leonardo Da Vinci había ideado para volar.
En su empeño por llevar a la práctica el sueño vedado a los hombres, el sastre pergeño unas alas que, en teoría, le permitirían sobrevolar el cielo de París. Lo probó, con escaso éxito, lanzando un muñeco desde la primera planta de la Torre Eiffel. Fracasó.
El inventor adujo que al tratarse de un muñeco, no podía controlar las alas. Solicitó permiso a la policía, tras serle negado por los gestores de la Torre Eiffel, y un 4 de febrero de 1912 se lanzó al vacío. Las imágenes de lo acontecido las pueden ver a la izquierda. El resultado final, también.
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