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George Méliès, el creador de los efectos especiales



¿Quién fue George Méliès?

Cada vez que pienso en Georges Méliès, mi mente se ve invadida por las increíbles imágenes de “Le voyage dans la lune” o “Viaje a la Luna” aquel inolvidable film de 1902 que se convirtió en una de las grandes joyas del cine mudo y cuya temática es una adaptación libre de la novela de Julio VerneDe la Tierra a la Luna“, escrita en 1865.

George Méliès, el ilusionista del cine

Mucho antes de convertirse en director, Méliès comenzó su carrera en el mundo del espectáculo como actor de teatro, sin embargo, muy pronto comenzó a mostrar grandes virtudes en el campo del ilusionismo como consecuencia de su devoción por la magia, talento que le valió para convertirse en el pionero de los efectos especiales en el mudo del cine.

Una de sus mayores creaciones fue el empalme, un célebre descubrimiento que hizo cuando, al filmar una escena en la calle, su cámara se atascó generando la sensación de que un objeto se trasformaba en otro. Así fue que Méliès comenzó a utilizar esta técnica en películas en las que, por ejemplo, se representaban espectáculos de magia, pero el verdadero efecto de ilusionismo lo lograba con la edición.

La primera película que evidencia el uso de esta técnica es “Desaparición de una dama en el teatro Robert Houdin”  de 1896, luego este mismo efecto pasó a formar un rasgo común de todas sus películas.


Otra particularidad de esta película reside en el hecho de que el mago le hace gestos a una audiencia imaginaria, gesticulando con sus manos hacia los espectadores de la película y convirtiéndolos de este modo en protagonistas de la historia.

Cenicienta

A Méliès también hay que agradecerle haber hecho la primera adaptación cinematográfica del clásico cuento de hadas Cenicienta, rodada en 1899.

En esta película se puede apreciar otra técnica descubierta por el director: la disolvencia narrativa, un recurso que utilizaba para expresar cambios de tiempo y podía utilizarse para ir de atrás hacia adelante en la historia sin necesidad de seguir el lapso de tiempo real.

A pesar de que esta película ilustra la historia de Cenicienta con claridad,  se cuestionó mucho al director al que le preguntaban constantemente si la película era solamente un vehículo para hacer uso de los efectos especiales.

Cenicienta no es la única de las películas de Méliès cuyo argumento se centra en la fantasía. Sus películas tienen temas recurrentes de los sueños, personajes místicos y mágicos.

Una noche terrible o Sueño del astrónomo

La película de 1896 “Una noche terrible” y su versión posterior de 1898, “Sueño del astrónomo” representan un sueño y en ambas se vuelven a apreciar técnicas de empalme para sustituir los fondos y los personajes.

En películas como “Viaje a la Luna” y “Sueño del astrónomo” comienza la larga obsesión que tendrá el cine con la Luna y; a pesar de que Méliès intenta representar a la luna como un personaje amenazante, retratado con una boca siniestra y de enorme apetito por los seres humanos.

Sin embargo, en ambas películas, quizás debido al gran tamaño de los accesorios mecánicos que se utilizaron ampliados para ayudar la narrativa, terminaron por tener un aspecto cómico.

George Méliès, el creador de los efectos especiales

Lo cierto en que Georges Méliès utilizó en todas sus películas una compleja puesta en escena para crear estos mundos imaginarios y fue el pionero en un sinfín de técnicas cinematográficas que dieron el puntapié inicial para lo que son hoy los efectos especiales en el cine.

Con más de 500 películas en su haber, que transformaron por completo la industria del cine, Méliès dejo de filmar en 1913, la Primera Guerra Mundial afectó profundamente a su negocio, y este gran director e ilusionista terminó por convertirse en un fabricante de juguetes hasta e día de su muerte en 1938.

Sin embargo, antes de morir, su obra fue reivindicada por los surrealistas, recibiendo como reconocimiento la Legión de Honor por su trayectoria.

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