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El hombre de neandertal y el descubrimiento del pegamento
Los investigadores de la Universidad de Leiden se hicieron una pregunta que quizá otros arqueólogos también se plantearon sobre el hombre de neandertal, solo que los científicos holandeses se han propuesto resolver, al parecer con rotundo éxito.
La preguntas sobre asunto pueden ser: ¿Descubrió el pegamento el homo neanderthalensis? ¿Se han hallado las evidencias más elocuentes de que hace 200.000 años el hombre ya había inventado el pegamento? Estas cuestiones provienen de un hecho significativo en la vida cotidiana de nuestros antecesores. Fabricaban herramientas, sus propias lanzas con pedernales tan bien tallados como afilados para cumplir su misión…
¿Descubrió el pegamento el homo neanderthalensis?
Pero… ¿cómo unían la piedra con el palo, de tal manera que la unión fuese consistente?
Para responder a estas preguntas, como decíamos, investigadores de la Universidad holandesa de Leiden, en concreto: Kozowyk, P., Soressi, M., Pomstra, D., Langejans, G. llevaron a la práctica tres planteamientos distintos. Eso sí, utilizando únicamente los materiales con que contaba el homo neanderthalensis en tiempos tan remotos. Contando con la dificultad añadida de la escasa preservación de adhesivos antiguos. Hasta la fecha, no se han encontrado evidencias arqueológicas que constaten cómo era posible que en el Paleolítico se fabricara el alquitrán, elemento presente en los restos arqueológicos y de difícil creación; y que servía de unión en las lanzas entre la piedra y la madera.
Tras las pertinentes investigaciones sobre restos arqueológicos hallados, los científicos llegaron a la conclusión de que los neandertales usaban ese alquitrán de corteza de abedul, un material que los arqueólogos suponían complejo y complicado de producir, como apuntábamos antes.
Los tres métodos posibles utilizados por los neandertales
Contra el pensamiento común, los arqueólogos de la Universidad de Leiden han demostrado en esta investigación que la suposición era infundada. Dirigidos por Paul Kozowyk y Geeske Langejans, el grupo de investigadores llegaron a tres posibles métodos para extraer el alquitrán de la corteza de abedul.
El método más simple era aquél en el que se necesita solo un rollo de corteza y fuego.
Según dice Kozowyk: “En anteriores intentos experimentales, los investigadores sólo lograron extraer pequeñas cantidades de alquitrán de corteza de abedul, o no obtuvieron nada en absoluto“. Se pensó que la cuestión fundamental residía que el fuego necesitaba ser controlado dentro de un rango de temperatura determinado. Sin embargo, los investigadores descubrieron que existen otras formas de producir alquitrán, y que algunos de estos métodos funcionan incluso con una variación significativa de la temperatura. Por lo tanto, controlar con precisión la temperatura del fuego no es tan importante como se pensó inicialmente.
De lo más simple a lo más complejo
Según se publica en la Web de la universidad de Leiden (puedes leer en inglés, el resultado completo de la investigación publicado por la revista Nature), Kozowyk y sus colegas lograron conocer cómo los neandertales descubrieron la producción de alquitrán combinando conocimientos y materiales existentes.
Utilizaron aquellos elementos, los únicos con que contaban, de los que les proveía la naturaleza
Los neandertales pudieron haber comenzado utilizando un método sencillo que sólo requirió el fuego y la corteza de abedul, y más tarde adoptaron un método más complejo para obtener mayores rendimientos de alquitrán.
De esta forma, aquellos hombres pudieron fabricar un pegamento estable. Obligados por la necesidad de construir un elemento que pudiera hacer más fuertes y resistentes sus armas, ‘simplemente’ investigaron. Utilizaron aquellos elementos, los únicos con que contaban, de los que les proveía la naturaleza. Es admirable que su inteligencia y su experiencia consolidara su conocimiento, ofreciendo un nuevo paso evolutivo que, sin duda, les llevó a nuevos logros, que encadenados, nos han hecho ser como somos. Quién pensó y cómo que el abedul les podría proporcionar el elemento fundamental para crear pegamento es algo que escapa a la imaginación más fértil. Sin duda, un visionario, un científico, un hombre evolucionado: el hombre de neandertal.