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El caballo de Calígula: Incitatus
Según las palabras del antiguo historiador Suetonio, el emperador romano Calígula sentía verdadero amor hacia uno de sus caballos, el célebre Incitatus, tanto amor le profesaba que hizo construir un establo de mármol, una cuna de marfil y le regaló un collar decorativo, e incluso una casa.
Otro cronista, Dion Casio, escribió más tarde que los sirvientes tenían instrucciones de alimentarlo con avena mezclada con copos de oro.
Calígula ha llegado hasta nosotros con el reflejo de varias ideas: locura y brutalidad. De hecho, se le presenta como incestuoso con sus hermanas, que era capaz de alimentar a los prisioneros con bestias salvajes y que era aficionado a mantener conversaciones con la luna.
Incitatus, el cónsul
Aquí surge una pregunta importante: ¿tenía realmente Calígula la intención de convertir a Incitatus en cónsul?
Sabemos que no lo hizo ya que fue asesinado antes de hacerlo, pero como escribió Suetonio parece que era así. Que quería hacer a su caballo cónsul.
Sea como fuere, todo lo que se ha escrito sobre Calígula, incluida la historia del consulado de Incitatus proviene de un escritor e historiador que vivió décadas después de los cuatro años de poder del supuesto malvado emperador.
Actualmente, hay una idea compartida entre los historiadores. Se está en la creencia que tanto Suetonio como Dion Casio basaron sus particulares relatos de la vida de Calígula entre rumores y leyendas, e incluso se cree que pudieran inventar esas historias que, eso sí, convirtieron a un gobernante quizá no tan bueno en un villano épico para siempre.
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Muchos estudiosos rechazan ahora la idea de que Calígula aterrorizó a Roma con su locura desenfrenada. Esta hipótesis encuentra sus argumentos en que sus compatriotas, más que probablemente, lo habrían sacado del poder por tal comportamiento sin mayor miramiento.
Si bien parece completamente cierto que Calígula tenía una predilección y amor inusual por su caballo, era poco probable que el emperador nombrara al semental como cónsul.
¿Qué era un cónsul romano?
Recordemos que un cónsul en la antigua Roma era un magistrado del más alto rango de la República romana. El cargo era anual y de carácter colegiado. Eran elegidos dos cónsules cada año, elegidos entre ciudadanos mayores de cuarenta y dos años. Por supuesto, un caballo no podía acometer las tareas que se le presuponían a un cónsul; estas eran la dirección del estado y, especialmente, del ejército en campaña, cuando había guerra.
Pero, ¿cabe preguntarse si Calígula realmente tenía entre sus planes ofrecer a Incitatus ser el primer oficial de la caballería de Roma?
Según el historiador Aloys Winterling, autor de “Calígula: una biografía” (2011), la locura no es la única explicación lógica de tal comportamiento. Nos propone una interesante reflexión sobre esta cuestión.
En su libro, Winterling expone que muchas de las locuras atribuidas a Calígula como emperador, incluido su tratamiento rodeado de atenciones y lujos a su caballo Incitatus, fueron hábilmente trazadas y diseñadas para ofender y humillar a los senadores y otras élites que le rodeaba en aquellos momentos.
Siguiendo esta explicación, Calígula le dio a su caballo un alto cargo público, tratando de mostrar a sus subordinados que su trabajo no tenía tanto sentido porque hasta su caballo podría hacerlo.
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