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El origen del Keno, un juego que se parece mucho a nuestro tradicional bingo
Fue en la dinastía Han (que dio nombre al principal grupo étnico de China) donde se comenzó a practicar el Keno. Esto nos lleva a 3000 años atrás en la Historia.
¿Y quién creó el Keno?
Todo apunta que fuera Cheung Leung, una de las principales personalidades de la dinastía quien, en aquella época, dirigía a su ciudad en una guerra.
Como todas las conflagraciones, los gastos afectaban las arcas de la ciudad y Leung pensó cómo poder financiarla sin aumentar los impuestos.
La ocurrencia fue crear un juego basado en un famoso poema chino de la época, llamado: “El Clásico de los Mil Caracteres por Zhou Xingsi“.
Ese poema se utilizaba para enseñar a los pequeños niños chinos a contar usando los símbolos de su idioma. Lo curioso es que continúa siendo utilizado en nuestros tiempos.
¿En qué consiste el juego del Keno?
El juego del Keno, realmente, se parece mucho a lo que conocemos como bingo. En este caso, el jugador debe escoger una serie de números entre el 1 y el 80. Conforme avanza el juego, debe comprobar si sus números que quien dirige el juego va sacando, al azar, coinciden con los que ha elegido.
¿Qué paso finalmente?
Pues, al final, Cheung Leung, lo consiguió, logró financiar la guerra. Además, la práctica de este juego se hizo tan popular que cambió su nombre por algo más poético -ad hoc, con su origen lírico-: “El juego de los palomas blancas”. Este nombre no fue casual, ya que se empleaban palomas blancas para dar a conocer los mensajes de las derrotas y victorias que se producían en el desarrollo de las partidas.
También se dice que este juego llegó a financiar parte de la Gran Muralla China.
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