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Siendo conscientes de que este documento, que se atribuye como última nómina del dictador el General Francisco Franco Bahamonde, es un documento que ha circulado por la Red de forma amplia desde el año 2009, sí que hemos leído en muchos medios que se hacían eco del mismo ciertas imprecisiones que, tras una somera investigación, no resistimos a poner de manifiesto.
Las retenciones de la nómina de Franco
Podemos leer con profusión, en muchos comentarios, que este documento era falso por el hecho de hacer referencia a retenciones sobre el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF), aduciendo que tal impuesto no existía en la época en la que Franco percibía su nómina, y como podemos ver en el propio documento, que se retenían 13.729 pesetas. Siendo o no cierto el documento, sí es verdad que en el año 1975 ya existían ese tipo de retenciones.
Desde 1845 en España se lleva a cabo una reforma tributaria con la intención de modernizar el aparato del Estado. El precedente del IRPF o del Impuesto sobre la Renta, nos lleva hasta la creación, por parte de Raimundo Fernandez Villaverde, de la Contribución sobre Utilidades de la Riqueza.
En los años posteriores a la guerra civil española, entre las décadas de los años 40 y 50, se llevaron a cabo distintas reformas. Como resultado del plan de estabilización impulsado por el Ministro Mariano Navarro Rubio, entre 1963 y 1964 culminó el proceso de reforma hacendística con la aprobación de las leyes General Tributaria y de Reforma del Sistema Tributario. Se sistematizaron nuevos impuestos (sobre la renta y sobre el tráfico de empresas).
En este sentido, parece que existe la creencia de que organismo como el Ministerio de Hacienda, por citar un ejemplo, es una creción joven nacida de la democracia, cuando, siguiendo el ejemplo, este Ministerio fue creado en el siglo XVIII por la administración borbónica.
De otro lado, se ha hecho referencia a que estos eran los únicos ingresos del General Franco, aunque como se apunta en documentos extraídos de los mismo archivos de la Fundación Franco, y como se puede leer aquí: “el Gobierno franquista, ingresaba cada mes 600.000 pesetas al dictador, por sus labores como Jefe del Estado (…) y la propia Jefatura del Estado contaba con una asignación anual de 30.900.000 pesetas; la Jefatura de la Casa Civil, 20.987.000 pesetas.
El significado de estas cantidades nos lleva a la comparación, no solo respecto del valor de la moneda en curso en ese momento, también a reparar en los sueldos de otras categorías profesionales, siempre ponderados en una media de difícil extrapolación con la realidad.
El dinero que ganaba Francisco Franco
Así las cosas, se supone que el sueldo de un funcionario de grupos medios era de una 35.000 pesetas, mientras que en el sector privado, un oficinista estaría por debajo de dicha cantidad, cobrando alrededor de las 30.000 pesetas.
Los puestos directivos ya rondaban las 90.000 o 100.000, en equiparación, el sueldo de Franco, como tal, prescindiendo de las cantidades aportadas a la Jefatura del Estado, a la postre también percibidos por él.
La última nomina de Franco
última nómina de Francisco Franco
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