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La cinematográfica familia Panero
Pocas sagas familiares surcan el mar de las letras españolas con prestigio reconocido. Los Panero son una excepción en ese sentido y en otros. Algo sobre lo que cabe indagar como ejercicio de conocimiento de la propia vida y la literatura cuando conectan de forma infalible. Y también el cine, en su género documental, pues es en las dos películas que se rodaron sobre el eje de su existencia como familia donde se nos da a conocer su singularidad. Y no solo literaria, también actoral: “Son fotogénicos, interesan en el momento en que están en pantalla”, como diría el director de “El desencanto” (1976), Jaime Chávarri1.
“El desencanto”
Son múltiples sus facetas y tribulaciones familiares, que afloran fácilmente al examinar su vida personal al visionar los documentales: “El desencanto”, ya mencionado, y “Después de tantos años”; mas un sinfín de declaraciones, coloquios, conferencias, poemas, entrevistas… que nos permiten mirar por la mirilla del íntimo hogar de esa familia considerada “de culto”. Una familia compuesta por: “Escritores superdotados para la conversación”, como se apuntaba en el estreno televisivo del primer documental.
Es probablemente acertado el pensamiento: todas las familias tienen algo que contar y mucho que ocultar. Y a muchos de nosotros nos gusta conocer esas interioridades, de famosos y de allegados. Tengamos en consideración que a finales de los años setenta del siglo pasado no existían los programas televisivos que hoy copan audiencias. Desde ‘Gran Hermano’ hasta la ‘Isla de las Tentaciones’, pasando por ‘First Dates’, por citar algunos. La vida cotidiana o las interioridades de las personas/personajes -y sus problemas- son una constante hoy en la parrilla televisiva, algo que no ocurría en el tiempo en que se rodó “El desencanto”.
Con ese primer documental sobre la familia Panero se daba cumplimiento a una novedad más de la época de la transición. Todo se estaba descubriendo, incluso “el cotilleo” cinematografiado. Un producto que “hoy no se estrenaría en ningún cine”, como asegura Jaime Chávarri. ¿Es “El desencanto” un precursor de los programas de televisión actuales estilo telerrealidad -reality-? Sí cabe la pregunta a tenor de lo que vamos a descubrir a continuación. Y es que sí, la de la transición a la democracia era un cine y una televisión muy diferente a la de ahora, reflejo de una época. Es difícil contemplar una escena del documental sin ver a alguno de los protagonistas con un cigarro en la mano, por citar un ejemplo. Y los improperios y las provocaciones, nada sutiles de los Panero, envidian en intelectualidad al lenguaje llano, básico y sin pretensiones que adornan la programación televisiva de nuestros tiempos.
Si en algo confluye la crítica literaria, la opinión pública más intelectual o aquellos que se han acercado hasta esta familia para conocerla -incluso de forma involuntaria-, es en poner nombre y diagnóstico a sus claves: la enfermedad de la locura, la política, el alcoholismo, la literatura y la consagración del éxito como necesario telón de fondo. No estrictamente por ese orden, pero sí con casi idéntica importancia.
Como nos advierte Luis Alberto de Cuenca2: “La verdad es que la historia de esa familia (Panero) es muy importante para la historia de la literatura española. Empezando por su padre, Leopoldo Panero, grandísimo poeta, por su tio Juan Panero -desaparecido muy temprano.
Y sobre el concepto familia y sus concomitancias con los Panero, es preciso resaltar las palabras de Michi, en relación con lo tradicional .
-¿Existiría el mito de los Panero sin tu película? ¿Son una invención tuya? -pregunta Fernando Sánchez Dragó3 a Jaime Chávarri.
-Yo creo que la película es un trabajo de divulgación (…) La película es una película de máscaras donde cada miembro de la familia adopta una (…) La película cuenta una mentira sobre una máscara -responde. Dejándonos un tanto atónitos porque si algo encaja en el espectador es la supuesta franqueza y transparencia con la que hablan los personajes ¿o las personas?
En “El desencanto” se nos muestra “un retrato de familia con infierno al fondo”, así nos lo refería Cayetana Guillén Cuevo en su emisión en Televisión Española, en la presentación del programa “Versión española”4. En “Después de tantos años” lo que vemos es una oda al fracaso, como apuntaría el menor de los Panero, Michi, en la propia cinta. Más allá del fracaso personal también está el económico. Cabe aquí hacer mención a las dificultades materiales que comenzó a sufrir la viuda y los hijos a partir de la muerte del padre y sobre la que que después habrá tiempo para ahondar.
“El desencanto” nació como un cortometraje5. Así lo declaró en innumerables ocasiones Michi Panero, como en la conferencia que dictó en Astorga: “El desencanto nace del hambre que yo pasaba en París y para engañarlo escribí una especie de preguión sobre mi madre hablando, que se iba a llamar “Los abanicos de la muerte” y eran los recuerdos de mi madre (…) rodados en la casa de Astorga (…) Un día, en un bar donde nos reuníamos Emilio Martínez Lázaro, Antonio Gasset, Jaime Chávarri, Javier Marías… Surgió (…) la oferta del productor Elías Querejeta para hacer cortos que pudieran convertirse en películas”. Así fue que tras descubrirse el monumento a Leopoldo Panero, el proyecto fraguó. Se estaban dando bastantes coincidencias en las coordenadas de la producción cinematográfica y el interés artístico.
Que la película fuera en blanco y negro no es motivo de estética, si no de ahorro. El blanco y negro era más barato que rodar en color6.
Pero no olvidemos el motor que pone en marcha todo este mecanismo que analizamos, la figura del padre y el marido: Leopoldo Panero. Voces discordantes como la de Jaime Chávarri se oponen a calificarlo como el poeta del régimen franquista: “Quizá sí, había una pugna entre “El Canto General” de Pablo Neruda y el “Canto personal. Carta perdida a Pablo Neruda” de Leopoldo Panero”7 Cabe reseñar que “El Canto General de Neruda le parecía ofensivo a Panero sobre todo en lo que respectaba a la memoria histórica de España, en especial para lo que se llamó “la gesta americana”. Panero con su personal canto lleva a cabo un acto de repulsa en quinientos tercetos encadenados. Se estaba elevando una dialéctica entre dos frentes: el comunista más el rechazo a lo español en Sudamérica y el concepto patriótico español de la dictadura de Franco.
Para Panero, Neruda deshonra la conquista española de América, acusándolo8 de “superficialidad y estupidez” a quien se rinde a la crítica suscitada por los enemigos tradicionales de España. Y lo hace con estos tercetos:
Se ha dicho tanto mal de la conquista,
española y feroz, Pablo Neruda,
que no hay sin sonreír quien lo resista.
Que algo es algo verdad no cabe duda.
Y un tercer algo justo, y como acero:
lo que hace un español, su ser no muda,
y es, lo quieran o no, muy duradero.
Se necesita estar del todo loco,
o ronco, sordo, vano, roto y huero,
para hablar de Cortés con el descoco
de un profesor inglés de hace cien años,
enterado de España adrede y poco.
Sea como fuere, como apunta Manuel García Castellón, Leopoldo Panero: “independientemente de la polémica, el Canto de Panero se adelanta en cuanto a la moderna crítica a la Leyenda Negra”. Un tema, el de la Leyenda Negra española, que sigue en boga y es mencionado de forma continuada en los medios de comunicación para desacreditar al país por su pasado colonizador, como si otras naciones europeas no hubieran hecho eso y más.
La crítica acogió el “canto” de Panero de forma desigual. Por ejemplo para Parra Higuera9, el libro de Panero “no se agota en la pura intención polémica, sino que desborda los límites circunstanciales que le han dado génesis y presenta en una nueva vivencia creadora de España e Hispanoamérica, desde su fe y su tierra, desde su vida religiosa y su vida histórica, una nueva interpretación del mundo hispánico que es a la vez el modo de ver y sentir histórico de su generación”.
No tan favorable fue la crítica de César Aller10: “Canto personal es una defensa –y también un ataque- pero una defensa ineficaz y, a mi parecer, no certera. Pudo ser fruto de un apasionamiento recto en sus motivaciones, pero su raíz y orientación predeterminaron el poema y le dan una atmósfera de dogmatismo molesto y poco sostenible”.
Volviendo al documental “El desencanto”, podemos decir que fue calificada como “película fetiche de la transición” democrática, así lo afirmaba el periodista José Luis Gutiérrez11; una de las muchas voces de la intelectualidad que era preguntada por la transcendencia del trabajo de Jaime Chávarri, condensando su pensamiento en que esta película-documental es “producto de su época”.
Por aquel entonces en Francia destacaba la “nouvelle vague”, el “cinéma vérité” con destacados cineastas como Jean Luc Godard o Francois Truffaut. En España en ese tiempo -podríamos hablar de la década de 1965 a 1975-, surgieron nuevos directores de cine como Carlos Saura, Elías Querejeta, Víctor Erice y el propio Jaime Chávarri, director de “El desencanto” por circunstancias como estamos viendo y veremos.
Sin embargo, este documental es diferente por muchos motivos, como los que aduce José Luis Gutiérrez: “aquel exceso de “cinéma vérité” (…) y la violencia que subyacía…”
Y es que según el pequeño de la familia, Michi: “la transcendencia de la familia Panero se la dio “El desencanto” (…) no el hecho en sí de la familia” en el documental. En este sentido cabe volver a destacar el momento histórico en que se produce: 1976, en plena transición a la democracia tras largos años de dictadura franquista, cuando se espera que sucedan cosas diferentes y hay un movimiento de intelectualidad movido por nuevas sensaciones de libertad que esperan algo desconocido.
Cabe destacar, como reconocería en diversas entrevistas Michi Panero, incluida la conferencia dictada en Astorga ya mencionada con anterioridad, que se grabaron alrededor de doce horas de metraje y que el montaje concluyó dos años después. “Es una película de montaje”, aclara Michi, quien estaba prestando el servicio militar en esos momentos. Por otra parte, la dinámica de grabación era realmente espontánea salvo cuando el pequeño de los Panero le contaba algún detalle de la biografía familiar a Jaime Chávarri para que tuviera un comienzo. Por lo demás, sus conversaciones no estaban preparadas o preestablecidas. No había guión escrito. Y todo sucediendo alrededor del hogar familiar en Astorga, ciudad que de repente consiguió “estar en el mapa”.
“Ahora vamos a tomar el té y era todo ginebra”, explica Michi recordando el rodaje. “Era una forma de soportar aquellos fríos”. Podemos suponer que hablaba de forma metafórica al referir el frío astorgano y las sensaciones por las que transitaban en tan curiosa situación, donde se ‘desnudaban’ ante la cámara sin saber con certeza cómo sería encajado todo ello por la sociedad española.
Familia y franquismo
“La gran mentira del franquismo, mucho más que su ideología, de la cual carece, era la gran mentira de la familia española. En el sentido de que pasaban todo el día juntos, en un perpetuo (sic) día de Navidad. Según “La gran familia española” y el cine español de los años cuarenta estaban todos felicísimos, no se peleaban, se amaban y no cometían incesto porque no les salía de las putas narices”. Con estas palabras Michi Panero12 describe una de esas, antes mencionadas, múltiples facetas tanto del documental “El desencanto” -cuyo título ya aparece elocuente-, como del desmontaje de un mito durante la dictadura: la familia, que cuenta con imperfecciones naturales (están compuestas por seres humanos, que como tal son imperfectos), pero que se convirtió en uno de los pilares del régimen. En el documental, con la excusa de las tribulaciones de la familia Panero, se pone en cuestión esa institución. Y se hace con naturalidad para el espectador que entiende que su familia y la de los Panero tendrían notables diferencias, pero que en esencia y como se dice de forma popular: “En todas las casas cuecen habas y en muchas a calderadas”.
Y el paso del tiempo también nos muestra que cualquier tiempo pasado no fue ni mejor ni peor, pero seguro que diferente. “He vuelto a ver ‘El desencanto’ y me parece, comparado con cualquier programa de televisión que ponen ahora, repugnantes, me parece Heidi. Vamos, me parece una película para niños13”.
Sin duda, la transición a la democracia trajo tantas novedades a la vida social de España que trastocó todo lo establecido y su evolución, como opina Michi Panero, fue la de alejarse de los parámetros anteriores, sobre todo en lo concerniente a la familia tradicional y a las relaciones sociales, también quizá a la forma en la que se entendía el divertimento, el entretenimiento, la literatura, el cine, como vía de escape, pero también como forma de expresión de un mundo cambiante.
“Después de tantos años”
Veinte años después de que se estrenara “El desencanto”, el director cinematográfico Ricardo Franco revisitó la historia de los Panero. Fallecida la madre en 1990, cuatro años después, vuelven a la pantalla Juan Luis, Leopoldo María y Michi.
Nos encontramos cómo su historia se ha desgastado. En la muerte de la madre, tras una larga enfermedad: “No hubo ninguna emoción (…) Leopoldo María quería resucitar a nuestra madre besándola en la boca, para darle la vida, como en un rito hindú -cuenta Michi y también el propio Leopoldo. “Creo que mataron a mi madre quitándole el suero o estrangulándola con la almohada”. Como podemos leer, volvemos a encontrar sobre la pantalla unos personajes singulares, con unas opiniones que no dejan indiferente en ningún caso. De nuevo, vida y literatura comparten una frontera. “He vivido en esa especie de novela rusa que se inventó mi madre”, dice Michi.
De forma constante en este documental vuelve los grandes temas de “El desencanto”, de la que el paso del tiempo la hace permanecer vigente. Como el mismo Michi le dijera a Chávarri -algo que comentó en el ya referido programa de televisión ‘Versión Española’: “Has cogido una historia que era absolutamente vulgar y la has convertido en una leyenda”. Y con “Después de tantos años”, la leyenda no solo continúa, si no que se hace permanente para llegar a asegurarse un lugar imborrable en el consciente colectivo: “La familia Panero es la sordidez más puñetera que he visto en mi vida”. (Michi Panero).
Cabe resaltar que sobre el fondo literario sigue vigente la competencia, sobre todo porque “Leopoldo se ha convertido en una amenaza en potencia contra la carrera literaria de Juan Luis”. Sí que parece que la competencia alcanza a los tres, según Chávarri: “Michi pensaba que la película le iba a poner en un sitio donde la película no le… no le (sic) Entonces durante todo el tiempo era muy agresivo”.
Leopoldo Panero y la promoción de 1936 (1909 – 1962)
Quizá comenzando por el final, por su epitafio, podamos conocer mejor el semblante de quién fue realmente Leopoldo Panero, el poeta de cabecera del régimen franquista -según algunos-, el marido de Felicidad Blanc y padre de Juan Luis, Leopoldo María y José Moisés (Michi). Epitafio y verso final del libro “En lo oscuro” (Ed. Cátedra).
Ha muerto
acribillado por los besos de sus hijos,
absuelto por los ojos más dulcemente azules
y con el corazón más tranquilo que otros días,
el poeta Leopoldo Panero,
que nació en la ciudad de Astorga
y maduró su vida bajo el silencio de una encina.
Que amó mucho,
bebió mucho y ahora,
vendados sus ojos,
espera la resurrección de la carne
aquí, bajo esta piedra.
En este poema cobran importancia “los besos de sus hijos”, el que fuera un gran bebedor de alcohol, su Astorga natal y sus creencias religiosas, esperando la resurrección de su cuerpo mortal.
Leopoldo Panero fue uno de los pocos poetas del régimen, en un tiempo en que la poesía no era una prioridad. En la posguerra y décadas posteriores, lo intelectual había cedido espacio por necesidades más materiales. Un país en reconstrucción después de una guerra no es el mejor escenario para la lírica.
Si bien, Leopoldo Panero ha sido considerado como poeta del franquismo, su historia personal sobre este tema es más compleja que la simple toma de posición por uno u otro bando. Tenemos detalles de lo que aconteció al poeta, de la voz de sus hijos. “Mi padre fue condenado a muerte en la república, en la cárcel de San Marcos”, contaba Leopoldo María14.
Pero antes de todo eso, según nos cuenta Ricardo Gullón15, “Leopoldo Panero regresó a España desde Inglaterra antes de que estallara la Guerra Civil española. No quería entrar en combate con ningún bando. Al ser detenido y liberado dos días después por la influencia de su familia, se incorporó al bando franquista (…) Siempre fue considerado por sus compañeros falangistas como el ‘más rojo’ de todos ellos”.
Por lo demás, Panero ocupó distintos puestos en la administración franquista. Se implicó en las iniciativas culturales del movimiento, participando en las Bienales Hispanoamericanas16 de Arte o haciéndose cargo del Instituto de España en Londres. También participó, en diciembre de 1949, en lo que el régimen de Franco denominó “la embajada poética”17, el envío de cuatro poetas españoles a Latinoamérica en calidad de emisarios.
La promoción de 1936
Leopoldo Panero -al igual que su hermano Juan-, perteneció a lo que se conoció como “La promoción de 1936”, también conocida como “La generación de 1936” o “Primera Generación de Posguerra”. Un movimiento literario conformado por escritores, poetas y dramaturgos españoles encuadrados en la época de la Guerra Civil Española entre los años 1936 y 1939.
La “Asociación Amigos Casa Panero” ha realizado diferentes estudios18 sobre los poetas del grupo y su obra, tanto en su etapa de preguerra como en la posguerra o el exilio: Leopoldo y Juan Panero, Luis Rosales, Luis Felipe Vivanco, Germán Bleiberg, Miguel Hernández, Dionisio Ridruejo, Arturo Serrano-Plaja, José Herrera Petere, Juan Gil-Albert, José Antonio Muñoz Rojas, Carmen Conde, Josefina de la Torre, Ernestina de Champourcin, Rosa Chacel o Elisabeth Mulder.
Queda patente que su muerte empobreció a la familia. Leopoldo María, en “El desencanto”: Con su muerte: “Perdimos mucho dinero, porque mi padre ganaba mucho dinero (…) Todo fue un desastre a raíz de su muerte. Todos quisimos ocupar el lugar del padre”.
Felicidad Blanc
Felicidad Blanc fue una escritora de relatos que dejó de escribir según distintas fuentes aseguran por culpa del marido19, Leopoldo Panero. Con quien contrajo matrimonio en 1941. Se apunta al machismo o, simplemente, porque el ya reconocido poeta Leopoldo Panero, no consintiera sombras incómodas o comparaciones indeseadas en su carrera literaria.
Sea como fuere, Felicidad Blanc, quien también trabajara en el Ministerio de Cultura escribió algunos relatos como “El nudo”20, publicado en el número 30 de la revista “Cuadernos Hispanoamericanos”, en junio del año 1952).
En 1977 publicaría con la editorial Cabaret Voltaire un libro de memorias titulado “Espejo de sombras”.
Juan Luis Panero (1942 – 2013)
“Mi poesía es muy cercana a la autobiografía”, con estas palabras iniciales define su escritura en una entrevista para la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña (ACEC)20.
Juan Luis Panero21 decía de sus hermanos: “Yo me he sentido más hermano de… Octavio Paz que de mis hermanos. Me he sentido más cerca de Vicente Aleixandre, ochenta veces, que de mi padre21”.
Refiere habitualmente que su obra está influida por pasar sus dos primeros años de vida en Londres. Influenciado por Albert Camus con el que encontró no solo “la literatura como placer si no como una manera de entenderme a mí mismo22”.
Entre sus influencias solía destacar a Luis Cernuda, Kavafis, Pessoa, Francis Scott Fitzgerald o T. S. Elliot y la literatura hispanoamericana: Jorge Luis Borges, César Vallejo, Juan Rulfo y la lectura de Pablo Neruda por cuestiones más políticas, pero sin olvidar a los clásicos desde la “Antología Palatina”, hasta Catulo… Como vemos sus influencias son dispares.
Leopoldo María Panero (1948-2014)
“Todo goce comienza en la autodestrucción (…) Yo me destruyo para saber que soy yo y no todos ellos, ¿no?”
Con un aspecto físico particular, con los rasgos marcados por una delgadez angulosa y una mirada profunda y fija, Leopoldo María Panero es, sin duda, el personaje -más allá de la persona- más controvertido de la familia Panero. Y el que más atención atrajo a la opinión pública y a los medios de comunicación.
En las entrevistas y coloquios en que participaba dejaba correr sus respuestas con carga de intelectualidad y conocimiento; aunque al interlocutor le costara entenderle tantas veces, ya sin pensar si todo lo extraño que decía era producto de su locura o de una inteligencia destacada.
“El Loco de la Colina, el periodista Jesús Quintero, le pregunta23:
-Ya no hay drogas en su vida?
-Sí, sí. A mi me gusta la heroína. De hecho tengo un libro de poemas entero dedicado a la heroína. Pensaba suicidarme con un pico de heroína tipo Antonio Flores”. Es curioso, está atento a la actualidad porque en ese tiempo falleció el hijo de Lola Flores, Antonio, y se especuló con el suicidio ante la ausencia de la madre”.
Las influencias de Leopoldo María son también dispares: El poeta Mallarmé es una de las referencias para Leopoldo María. Rara es la entrevista en la que no solo le cita, lo hace en su literal en francés. Pero también Charles Bukowski, otro poeta que entraría en el género de los malditos, aunque más comercial. Su poesía y su narrativa giran sobre el “realismo sucio”, donde encontramos mucho alcohol y un relato crudo de su realidad.
Su obra reúne más de 60 obras entre poesía, ensayo y narrativa, además de traducciones.
¿Fue Leopoldo María un poeta maldito?
Para Sánchez Dragó24, no porque acaparaba atención mediática, publicaba y vendía sus libros de poemas, acudía a las ferias del libro… “Bendito tampoco”, replicaba con humor a las palabras del presentador.
Leopoldo María Panero poeta novísimo
Leopoldo María Panero ha sido encuadrado en la generación de los “Nueve novísimos poetas españoles”, realizada por Josep Maria Castellet en 1970. “La propuesta castelletiana en sí misma (…) la polémica que se originó tras su publicación”, nos dice Sergio García García*25 (…) Nueve novísimos poetas españoles fue una publicación puntual que se aprovechó de un momento concreto de cambio literario y que, por razones absolutamente extraliterarias, se convirtió en norma más que en ideario”.
Entre los poetas que destacaban: Félix de Azúa, Pere Gimferrer, Vicente Molina Foix, Guillermo Carnero, Ana María Moix y Leopoldo María Panero. Y, tiempo después, Luis Antonio de Villena, del que Leopoldo María llegó a decir en la entrevista que le hicieron Enrique Bumbury y Carlos Ann: “Es más cursi que las ratas, pero es mi amigo” 26.
Si bien, este listado de poetas así denominados como “novísimos”, también incluye a otros anteriores, entre los que se encontrarían Francisco J. Carrillo, Antonio Carvajal, Antonio Colinas, Francisco Ferrer Lerín, Aníbal Núñez, Jaime Siles, Jenaro Talens y Jorge Urrutia y su propio hermano Juan Luis Panero.
– “En la familia Panero, todos han salido raritos. ¿Hay algún fenómeno que explique esto?” -pregunta Fernando Sánchez Dragó.
– En la sociedad capitalista se persigue la diferencia y la extrañeza. Y no sé porqué”. -responde Leopoldo María.
Para Jaime Chávarri “es una rareza reconocible, que los demás no expresamos o no vivimos por fuera”.
Leopoldo María Panero, más allá de sus múltiples apariciones en programas literarios como “Negro sobre blanco27“, presentado por el ya mencionado Fernando Sánchez Dragó era entrevistado de forma continua28 o participaba activamente en programas conducidos, tanto en radio como en televisión, por Javier Sarda´. En radio, en la cadena SER, en el programa “La ventana”, donde disertaba con otras personas con problemas mentales, y también con el “indefable” señor Casamajor; en televisión también apareció Leopoldo María Panero en “Crónicas Marcianas29” (), tratando temas como la esquizofrenia30, que le fuera diagnosticada a los diecisiete años.
Normalmente, sus interlocutores, sus entrevistadores, caían en el silencio ante muchas de las respuestas de Leopoldo María. Es célebre por repetida en numerosas entrevistas, incluida en el documental “Después de tantos años” cómo quería resucitar a su madre, a través de un rito hindú, y que ya mencionamos anteriormente. Lo volvió a contar Michi y lo contó él a los cantantes Enrique Bumbury y Carlos Ann33.
En Leopoldo María se unía la genialidad y la locura en porcentajes similares, solo que la locura se esforzaba en resaltar, lo que le llevó a ser ingresado en hospitales psiquiátricos por toda la geografía nacional: Réus, Mondragón, las Islas Canarias… Y al igual, mostraba su memoria inteligente cuando, por ejemplo, le referían el nombre de Pessoa y recitaba uno de sus poemas en portugués, como lo hizo en la mencionada entrevista de Bumbury y Carlos Ann31.
El editor Jorge Herralde definió a Panero como «un grandísimo poeta» del que quedará «el recuerdo del fulgor».
La poesía de Leopoldo María, según la también editora Charo Fierro, «te hacía estar siempre al borde de los sentimientos. Llegaba a emocionar tanto como a maldecir. Era cruel y tierna, era esa lucidez llevada al extremo».
José Moisés Panero “Michi” (1951 – 2004)
Michi: “El desencanto no es una película contra la familia. Es contra ciertos vicios nacionales (…) está contra la hipocresía y el no decir las cosas por su nombre”. De todo lo que dijo Michi, aquí queda el resumen más concreto posible.
Michi también destacó por su sentido del humor, con esa forma de ver las cosas de manera descarnada, pero poniéndole un toque sutil. Por ejemplo cuando contaba los anónimos que llegaban al hogar de los Panero tras el primer documental.
Durante año y medio después del estreno de “El desencanto”, la familia estuvo recibiendo anónimos de forma constante. “Hacíamos concursos sobre cuál era el más tonto. Ganó una señora que nos llamaba a las cinco de la mañana lo cual demuestra una fuerza de voluntad heroica (…) Nos llamaba por teléfono simplemente para decirnos algo así como un mensaje cifrado: “La ropa sucia se lava en casa”34.
Juan Panero Torbado (1908-1937)
Por último, debemos citar en esta saga familiar al primero de los Panero, Juan, hermano de Leopoldo y tío de Juan Luis, Leopoldo María y José Moisés. Nacido y fallecido en Astorga, destaca por el libro titulado “Obra poética”35, presentado en la Biblioteca Nacional en un acto en el que intervinieron José Oaroia — Nieto, Luis Rosales, Ricardo Gullón y Elisa y M Bomíngues de Paz. Su obra también apareció en algunas revistas, como “Isla”36.
1. Versión española” https://www.rtve.es/play/videos/version-espanola/version-espanola-desencanto/1683664/)
2. La “maldición” de la familia Panero por Luis Alberto de Cuenca. Libertad Digital. 6 mar 2014
3. Televisión Española. “Negro sobre blanco” (27 sep 1999) min: 7:35
4. Ibid. Versión española.
5. Conferencia de Michi Panero en Astorga.
6. Ibid: Conferencia de Michi Panero.
7. Manuel García Castellón. EL CANTO PERSONAL DE LEOPOLDO PANERO FRENTE AL CANTO GENERAL DE PABLO NERUDA: APOLOGÉTICA DE ESPAÑA FRENTE A MATERIALISMO HISTÓRICO Cervantes Virtual
8. Ibid. Manuel García Castellón.
9. PARRA HIGUERA, Alberto. Investigaciones sobre la obra poética de Leopoldo Panero. Frankfurt del Maine: Herbert Lang Peter Lang, 1971.
10. ALLER, César. La poesía personal de Leopoldo Panero. Pamplona: Eunsa, 1976.
11. Entrevista YouTube. película de Luis Miguel Alonso Los Abanicos de la Muerte.
12. Ibid. Conferencia de Michi Panero en Astorga.
13. Ibid. Conferencia de Michi Panero en Astorga.
14. Ibid. Televisión Española. “Negro sobre blanco”.
15. Gullón Ricardo: La juventud de Leopoldo Panero. Diputación Provincial de León, 1985.
16. Diario de León. Sin autor. 27 DE AGOSTO 2012. https://www.youtube.com/watch?v=TaVu2LcaG4A
17. Aaron Shulman. 29 abr 2020. El País https://elpais.com/cultura/2020/04/28/babelia/1588092546_638664.html
18. Congreso internacional «La promoción de 1936. En el sesenta aniversario de la muerte de Leopoldo Panero». Jueves, 31 marzo, 2022.
19. Galerstein, Carolyn L.; McNerney, Kathleen (1986). Women writers of Spain: an annotated bio-bibliographical guide. Greenwood Publishing Group. p. 39.
20. “Cuadernos Hispanoamericanos” (junio 1952), pp. 317-322 (https://www.cervantesvirtual.com/portales/constituciones_hispanoamericanas/obra/el-nudo-973029/)
21. Entrevista Juan Luis Panero. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=cbeK1solQ8U Asociación Colegial de Escritores de Cataluña. Sin fecha
22. Obras de Luis Panero: https://www.youtube.com/watch?v=TaVu2LcaG4A
23. Ibid. Documental “Después de tantos años”.
24. Ibid Entrevista Juan Luis Panero.
25. Shorts YouTube del programa “Memorias de un loco” Canal Sur Televisión: https://www.youtube.com/shorts/jL3tn9enB2c
26. Ibid. Televisión Española. “Negro sobre blanco” (27 sep 1999) https://www.youtube.com/watch?v=TaVu2LcaG4A min: 29:18
27 .Manuel Vázquez Montalbán, ¿poeta novísimo? SERGIO GARCÍA GARCÍA. CEMVM 3 (2017): 25-44
28. Entrevista de Enrique Bumbury y Carlos Ann a Leopoldo María Panero: https://www.youtube.com/watch?v=TaVu2LcaG4A
29. Entrevista a Leopoldo María Panero. Negro sobre blanco: https://www.youtube.com/watch?v=TaVu2LcaG4A
30. Isabel Gemio en ‘Te doy mi palabra’ Onda Cero 16/06/13) https://www.youtube.com/watch?v=TaVu2LcaG4A
31. Coloquio. Programa televisivo “Crónicas Marcianas” https://www.youtube.com/watch?v=qF8sh_rsrb0
32. Ibid: Entrevista Carlos Ann y Enrique Bumbury a Leopoldo María Panero.
32. ABC. INÉS MARTÍN RODRIGO. 07/03/2014 https://www.abc.es/cultura/libros/20140307/abci-leopoldo-maria-panero-locura-201403071216.html
33. Ibid Conferencia Michi Panero.