Hasta dos días antes de morir, un 20 de febrero de 1987, Andy Warhol escribió su diario, que iba contando a su secretaria, Pat Hackett, y que esta trascribía.
También te puede interesar:
20 marilyns de Andy Warhol. Explicación del cuadro
Su publicación fue un acontecimiento, sobre todo por el tono de “chismorreo” con el que estaba narrado. Ironía y sarcasmo que alcanzan por igual a Julio Iglesias o a Warren Beaty, a Madonna o a Nureyev; a Yoko Ono o a Arnold Schwarzenegger. La crítica la ha citado como una crónica de esa modernidad que impuso este artista que mejor ha encarnado el Pop Art.
En total mandó compilar a su secretaria un total de 800 páginas que la revista Spy dio a conocer en sus fragmentos más llamativos para la audiencia, los que hacían referencia a todos esos personajes populares, títeres descabezados por la afiliada pluma de Warhol.
Durante nueve semanas los “Diaries” de Andy Warhol se mantuvieron entre los más vendidos de “The New York Times Book Review“.
En realidad el diario de Warhol, o las transcripciones que había a su secretaria se habían iniciado para llevar una mejor contabilidad de sus finanzas, revisadas por el fisco norteamericano, pero pronto le cambió el sentido hasta convertirlo en el diario que hoy conocemos que también incluye comentarios sobre temas artísticos.
Para saber más:
Te puede interesar: