Las colinas tienen ojos (1977 y 2006): Para terminar, nos centramos en una de las películas de terror más conocidas que también está basada en hechos reales.
En estas películas se cuenta la historia de una familia cuya caravana sufre una avería en medio de una zona desierta cuando están de viaje.
Pero, cuando están atrapados en ese lugar, se dan cuenta de que no están tan solos como pensaban, sino que, en las colinas que rodean el lugar, se encuentran unos seres mutados genéticamente a causa de las pruebas nucleares que se realizaron en ese lugar que están sedientos de sangre y que no se detendrán ante nada para hacer de ellos sus siguientes víctimas.
Esta historia está basada en un hecho real que tuvo lugar en el siglo XVI en Escocia, aunque varios expertos indican que este relato está rodeado de elementos legendarios.
¿Quién fue Alexander “Sawney” Bean?
Alexander “Sawney” Bean nació en una familia humilde cerca de Edimburgo y, según parece, desde su niñez exhibió un carácter violento y poco dado al trabajo. Inició una relación con una mujer y juntos se instalaron en una cueva en el bosque, donde vivieron durante décadas con sus hijos y sus nietos.
Para sobrevivir, este clan se dedicaba a robar y a matar a los viajeros que atravesaban el lugar, quedándose con sus pertenencias y comiéndose sus cadáveres.
Los habitantes de las aldeas cercanas eran conscientes que había personas que desaparecían en aquellos lugares, pero como nadie sabía que había todo un clan de personas viviendo en los aledaños, supusieron que algún animal salvaje estaría detrás de esos sucesos.
fotograma. Las colinas tienen ojos.
Sin embargo, a medida que el clan aumentaba a causa de las relaciones incestuosas de los descendientes de Bean, los asesinatos fueron aumentando y se acabaron encontrando restos que indicaban que las personas desaparecidas habían sido asesinadas.
Se buscó a los culpables y diversos inocentes fueron acusados injustamente de los hechos, pero no se dio con el clan.
Sin embargo, una noche el clan atacó a una parejaque viajaba a una feria cercana.
El hombre era un experto luchador e iba armado, por lo que consiguió defenderse de sus atacantes y el ruido atrajo a otras personas que estaban en el lugar. Descubierta su existencia, se reunió a un grupo de cientos de hombres para su captura y les encontraron en su cueva, rodeados por pilas de restos humanos. Fueron llevados a Edimburgo y condenados a muerte: a los hombres se les cortó los genitales, las manos y los pies y se les dejó desangrarse hasta morir; las mujeres fueron quemadas vivas.
Sin duda, hay veces en que la realidad es más terrorífica que cualquier película, ¿no crees?