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Las Peliculas ganadoras de más Oscar de la Historia



Sucede año tras año, la ceremonia de entrega de los premios Oscar de la Academia es una noche especial, además de una noticia con repercusión en todo el mundo. Noches de etiqueta, de lujos y estrellas, de los que siempre salen ganadores y perdedores.

Desde aquí queremos repasar, y recordar, a las grandes vencedoras: las diez películas mejor valoradas a lo largo de los más de ochenta años de historia de los Oscars.

En el podio de las más oscarizadas nos encontramos a Titanic, a Ben-Hur y a la tercera parte de El señor de los Anillos.

Ben-Hur


alcanzó en 1959 sus once Oscars, de doce nominaciones, superando a grandes obras como Anatomía de un asesinato, Historia de una monja o la divertidísima Con faldas y a lo loco. Es Ben-Hur una superproducción enorme, trepidante, épica y ambientada en la época del Imperio Romano.

A lo grande. El relato se desarrolla a través del protagonista –Judá Ben-Hur (interpretado por un gran Charlton Heston) – en su rivalidad con el tribuno romano Mesala (Stephen Boyd). Con las penalidades sufridas por Judá, contemporáneo de Jesús, se trata de mostrar la problemática situación de los territorios de Israel con la influencia romana (fruto de la ocupación).

De todos modos, contextos históricos aparte, todos recordaremos esta película por la inmortal secuencia de la carrera de cuádrigas.

Titanic

Seguramente no se trata de una de las cimas del séptimo arte pero Titanic fue todo un fenómeno y una de las películas más taquilleras de la historia. Los críticos menos benévolos apuntan a sus rivales en aquella 70ª edición de los Oscars (1997) para explicar su palmarés, ciertamente El indomable Will Hunting o Mejor…Imposible no son películas que se puedan calificar de inolvidables.

En cualquier caso, cuenta una gran historia: la del hundimiento del Titanic entreverada con la historia de amor que elevó al estrellato a Leonardo di Caprio y que emocionó a millones de espectadores. Los efectos especiales fueron desde luego decisivos a la hora de realzar Titanic.

El señor de los AnillosEl retorno del rey

La exitosa saga de El señor de los Anillos, en su tercera parte, El retorno del rey, consiguió en 2003 convencer a crítica y público logrando once Oscars, derrotando a las notables Mystic River, de Clint Eastwood, y Master and Commander.

La última parte de la trilogía es considerada unánimemente la mejor, la más intensa y, lógicamente, la más decisiva: el destino de la Tierra Media se decide al fin en los campos de batalla de Gondor y en el viaje de Frodo y sus amigos hacia Mordor, con el Monte del Destino al fondo…

Con diez Oscars tenemos West Side Story, de 1961. El musical que actualizaba el relato de Romeo y Julieta derrotó a ¿Vencedores o Vencidos?, la obra maestra que relata los Juicios de Nuremberg, así como a la atractiva Desayuno con diamantes.

Para muchos sobrevalorada, en West Side Story los Montesco y los Capuletos son bandas rivales neoyorquinas que pelean, cantan y bailan en pleno Manhattan bajo la batuta del gran maestro Leonard Bernstein.

West Side Story

Lo que el viento se llevó que el viento se llevó


En nueve estatuillas tenemos varias películas. En primer lugar habría que situar a Lo que el viento se llevó, que algunas listas atribuyen un Oscar más (el de logros técnicos).

De un modo u otro, este clásico hollywoodiense batió a otro clásico: Caballero sin espada de Frank Capra. Lo que el viento se llevó nos retrotrae a los momentos previos a la Guerra de Sucesión Norteamericana.

Gigi

La caprichosa Scarlett O´Hara (Vivian Leigh) y el arrogante Rhett Butler (Clark Gable, que no ganó el Oscar) protagonizan esta historia de amores tan turbulenta como sentimental.
En 1958 Gigi conseguía nueve Oscars, de nuevo un musical arrasaba superando a la odisea racial de Fugitivos y a la Gata sobre el tejado de cinc. Vicente Minnelli dirigía esta historia romántica ambientada en Paris entre un codiciado soltero y una joven – Gigi – que se convierte en mujer. Una historia sencilla, con una ambientación divertida y hermosas canciones.
En 1987 El último emperador se hacía con nueve Oscars en uno de los años cinematográficamente hablando más flojos que se recuerdan, basta corroborarlo con un hecho: la segunda cinta más premiada en aquella 60ª edición fue Hechizo de luna protagonizada por Cher…

No obstante, El último emperador fue una película británica, aunque dirigida por el italiano Bernardo Bertolucci, que se adentra en el drama histórico del último emperador chino Pun Yi, desde el momento en que fue coronado en la Ciudad Prohibida a la edad de tres años. Muy interesante, aunque algo larga, para entender la historia china del siglo XX.
A pesar de no lograr el Oscar al mejor actor o actriz principal la gran vencedora de 1996 fue El paciente inglés, muy por delante del film Fargo de los hermanos Coen.

Este atípico romance británico se ambienta en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial. Un soldado con graves quemaduras es atendido en un lóbrego monasterio por una enfermera a la que narra su trágica vida, marcada por un amor imposible con una condesa y sus andanzas bélicas en África. Basada en la novela de Michael Ondaatje, El paciente inglés es pródiga en bellos momentos, evocadores y de un hondo lirismo.

Con ocho Oscars tenemos una larga lista de películas, a saber: La Ley del Silencio (1954) y Amadeus (a nuestro juicio las mejores para completar este lista de diez), junto con la amarga Los mejores años de nuestra vidas (1946), la emocionante De aquí a la eternidad (1953), los musicales My Fair Lady (1964) y Cabaret (1972), el largometraje histórico Gandhi (1982) y la reciente Slumdog Millionaire (2008).

La ley del Silencio, de 1955, es una obra maestra absoluta. Curiosamente, su director Elia Kazan se sirvió de ella para justificarse por colaborar con las autoridades en la “caza de brujas” anticomunista del senador McCarthy. En cuanto a la trama, nos transporta a la vida de los estibadores del puerto de Nueva York, controlados por la mafia de Johnny Friendly.

Uno de sus matones, interpretado por un genial Marlon Brando, conoce a Edie (la bellísima Eva Marie Saint), hermana de una víctima de Friendly y de la que se enamora. Amor y cambio moral unidos. Entre ella y un sacerdote le convencen para que acuda a los tribunales y cuente todo lo que sabe del mafioso. Pero cuando al fin testifica nada volverá a ser como antes: Sin amigos, odiado por sus antiguos compañeros y rechazado para cualquier trabajo su desesperación llega al límite en unas escenas finales verdaderamente magistrales y conmovedoras.

Amadeus, por su parte, se estrenó en el año 1984 y no tampoco tuvo rival en los Oscar. Su director, Milos Forman, realiza una excelente adaptación de la obra homónima de Peter Shaffer. Con música de Mozart (no podía ser de otro modo) nos narra la biografía del genio austriaco a través de su supuesta rivalidad con el compositor italiano Salieri. Amadeus resulta tan ingeniosa, tan entretenida, tan sugestiva, que fácilmente se le perdona su naturaleza novelesca precisamente por resultar mucho más atrayente que la historia real.

Este top ten se puede completar con otros rankings hollywoodienses, los hay de todos los colores: el de las películas con más nominaciones y ningún premio: El color púrpura de 1985 tenía hasta once nominaciones, y el reciente remake Valor de Ley (2010) se fue de vacío a pesar de sus diez nominaciones.

Otro ranking curioso es el de las películas ganadoras de los cinco Oscarsprincipales (mejor película, director, actor, actriz y guión): son El silencio de los corderos (1991), Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) y Sucedió una noche (1935).

Y hay muchos más.
Definitivamente, a pesar de toda su vanidad y fastuosidad, las historias de los Oscars son, al fin y al cabo, también historias del cine.

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