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El 1 de Janus, el nuevo año y el año consular
En tiempo de la antigua Roma, los romanos veneraba a un dios llamado Janus (Jano, Ianus). Era el dios de las puertas, las transiciones y los finales. Jano tenía dos caras: una que miraba hacia adelante y otra mirando hacia atrás, hacia el pasado.
El emperador Julio César pensó que sería apropiado que enero, el mes homónimo de Janus, fuera la puerta de entrada a un nuevo año, y cuando creó el calendario juliano, hizo que el 1 de enero fuera el primer día del año.
Eso significaba que el año consular, comenzara ese mismo día. Así, los nuevos cónsules también asumían el cargo ese 1 de enero.
El calendario Juliano
Para Julio César, el calendario juliano era una herramienta política y también un arma. A medida que los ejércitos romanos conquistaban nuevas tierras, el Imperio a menudo daba a sus nuevos súbditos cierta libertad para retener ciertas costumbres religiosas y sociales. Como ya vimos en el artículo La vida en tiempos de Jesucristo.
Sin embargo, después de que se creara el calendario, se usó en todos los rincones del Imperio, no solo por coherencia, sino para recordar a todos los ciudadanos la autoridad romana y el poder de César.
Después de que el Imperio Romano cayera en detrimento del cristianismo, que se extendió por Europa, la celebración del año nuevo fue vista como una fiesta pagana. En este punto hay que destacar que los romanos celebraban el primer día del año nuevo disfrutando orgías y borracheras, por lo que el primer día del año se trasladó a una fecha más agradable para cristianizarlo.
Algunos países comenzaron su año el 25 de marzo, el día en que los cristianos conmemoran el anuncio a María de que estaba milagrosamente embarazada. Otros países usaron el día de Navidad, el 25 de diciembre, y otros señalaron el domingo de Pascua, sin importar en qué fecha cayera.
A menudo, este cambio solo se aplicaba al calendario del gobierno. De uso común, el 1 de enero seguía siendo el primer día del año, ya que la gente común que no pertenecía al clero ni a la realeza no veía la necesidad de cambiarlo.
los romanos celebraban el primer día del año nuevo disfrutando orgías y borracheras
Este caos calendárico funcionó por un tiempo, pero un papa frustrado lo puso fin durante la Edad Media. Un error en el calendario de César había provocado que el año juliano se desalineara con el año solar.
La razón del año bisiesto
En el año 1582, la diferencia había crecido en 10 días. A lo largo de los años, el Equinoccio de Primavera y, con él, la Pascua, cambiaron, y el Papa Gregorio XIII estaba cansado de tener que reiniciar las vacaciones. Gregorio ideó un nuevo calendario que usaba un solo día bisiesto cada cuatro años para mantenerlo alineado. También restauró el 1 de enero como el primer día del año.
La mayoría de los países católicos adoptaron el calendario gregoriano rápidamente, pero los países protestantes y los de rito oriental tardaron un poco más de tiempo.
Los protestantes se quejaron de que el “Anticristo romano” estaba tratando de engañarlos para que lo adoraran en los días equivocados. Las iglesias del rito oriental querían mantener la tradición, por lo que algunos países de Europa del Este mantuvieron el calendario juliano durante siglos más.
Rusia no cambió al calendario gregoriano hasta después de la revolución de 1917, e incluso a día de hoy la Iglesia ortodoxa oriental sigue el calendario juliano tradicional o revisado para establecer su año litúrgico.
Finalmente, las naciones protestantes cambiaron de opinión y volvieron al calendario gregoriano. Inglaterra, Irlanda y las colonias británicas hicieron del 1 de enero como el comienzo del año a principios de 1752.