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La primera fábrica de la historia
Era el año 1771 cuando el barbero inglés Richard Arkwright (1732-1792) fundaba la primera fábrica de la Historia. Ayudado por el conocimiento de un relojero, la maquinaria fabricaba hilo. Se llamó Cromford Mill, y hoy en día se puede visitar para ver esa primera fábrica que, pronto fue muy imitada. Esta nueva empresa que aprovechaba la fuerza motriz del agua de los ríos para hilar, sienta las bases del nacimiento de la industrialización en Europa.
Nacía la fábrica como el lugar en el que convergían en un mismo espacio físico: máquinas, con las nuevas innovaciones mecánicas, fuentes de energía que son capaces de generar el movimiento necesario de aquellas y trabajadores que hacen que todo sea posible, interactuando con las máquinas y las fuentes de energia, haciendo que funcionen, arreglándolas cuando sea necesario, encendiéndolas, apagándolas, etc.
La relación entre el hombre y la máquina
En este punto se está generando un nuevo escenario. La relación entre el hombre y la máquina, muy distinta a la relación existente entre las herramientas, más o menos básicas, de los artesanos. Ahora, la máquina desarrolla un trabajo que alivia las tareas que debían llevarse a cabo de forma manual. Además, no todo son ventajas. Se genera un punto conflictivo en esa relación.
De un lado, el incremento de la producción gracias a la mecanización de los procesos, dio origen a un descenso de los salarios que se pagaban a los trabajadores. De otra parte, el trabajo que hacían las máquinas comienza a provocar el descenso de la necesidad de mano de obra.
Surge así la necesidad de ORGANIZAR EL TRABAJO. Y surgen así doctrinas que van desarrollando ideas sobre cómo hacerlo. Por ejemplo, se proponía que los salarios estuvieran asociados a los productos fabricados, a la producción, y no tanto a otras consideraciones como el trabajo desarrollado. En cualquier caso, comienzan las discrepancias en este nuevo modelo productivo que tan diferente era de todo lo conocido. En cualquier caso, la división del trabajo manual de la que Adam Smith fue uno de sus defensores, quedaba obsoleta ya que en los procesos productivos ha llegado la máquina como elemento fundamental.
Adam Smith es considerado el padre del liberalismo económico al propugnar la libertad del mercado y la división del trabajo. Su obra principal fue “Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones, de 1776.
El nacimiento del movimiento ludita
El movimiento ludita comienza en la década de 1810 a 1820 en Inglaterra. La idea principal era destruir las máquinas que habían arrebatado el trabajo, principalmente, a los trabajadores del medio rural, ya que los artesanos se adaptaron de una forma más natural a estos cambios de los que hablamos con la irrupción de las máquinas.
El ludismo en la declaración de los tejedores ingleses
El Rey Jorge III de Inglaterra decretó, en 1812, una Ley por la que se declaraba culpables de felonía a todas aquellas personas que penetraran por la fuerza en cualquier fábrica o establecimiento para romper o destruir telares. Curiosamente, los tejedores ingleses, elevaron una declaración diciendo que esa “Ley fue obtenida de forma fraudulenta, interesada y electoralista, y de que el Honorable Parlamento de Gran Bretaña fue engañado para promulgarla” E instaban a declarar la Ley nula. En dicha declaración, anunciaban que “romperemos y destruiremos toda clase de telares que hagan artículos falsos”, en función de un listado elaborado por ellos; y destruirán los telares que no paguen los precios normalizados por los “Maestros y Oficiales”. En definitiva, lo que querían los tejedores era que se pagara a los trabajadores según unos estándares que las máquinas no podía ofrecer y no se amilaban en emplear la fuerza si ello era preciso destruyendo los telares.
Los seguidores del ludismo estaban condenados al fracaso desde que iniciaron su movimiento. Su propuesta era claramente negativa e iba contra natura del progreso y de las facilidades que la mecanización y la industrialización traían a la nueva economía. Fue un movimiento marginal que no llegó a evolucionar por esas causas que hemos apuntado.
Otras manifestaciones del movimiento ludita
En los años 1811, 1812 y 1813 se produjeron diferentes sucesos en Inglaterra encabezados por seguidores del movimiento ludita. En Nottinghamshire, en West Riding of Yorkshire, en Burton’s Mill, en Middleton y en Westhoughton Mill o en Lancashire. En muchos de esos casos, hubo enfrentamientos serios con el ejército británico. En ocasiones, se decía que algunos de estos ataques a máquinas eran provocados por instigadores.
El ludismo en España
En España se conoce el primer caso de movimiento ludita en lo que se vino en llamar “los sucesos de Alcoy”, acaecidos en el año 1821 en la localidad alicantina. Sucedieron un 2 de marzo de 1821, durante el conocido como Trienio Liberal del reinado de Fernando VII.
En este caso, también aconteció en el medio rural, cuando más de mil campesinos y jornaleros trabajaban cardando e hilando lana en sus domicilios. La llegada de máquinas de hilar a Alcoy provocó sus movilizaciones, al ver cómo sus fuentes de ingreso se esfumaban de un día para otro.
En total, fueron destruidas un total 17 máquinas; y hubo de intervenir el ejército para controlar la situación.
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