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El feng shui nos ayuda a reorganizar nuestra casa y con esto podemos conseguir una transformación interior, personal y vital de mucha importancia.
El feng shui para la casa no se trata sólo de decoración, y mucho menos de dragones chinos. Es una técnica utilizada desde hace más de 5.500 años por los antiguos emperadores chinos para construir sus palacios, donde se ponía orden en su entorno de acuerdo a unas leyes milenarias que descubrieron.
Estos emperadores buscaban el mejor terreno, la mejor orientación proporcionada por los astros, la mejor ubicación debido al entorno (montañas, vegetación, lluvias, ríos, vientos), y luego se planteaban una buena colocación de cada uno de los elementos que querían poner en el interior de sus palacios.
Esta maravillosa técnica es utilizada hoy en día para recuperar nuestro bienestar y vitalidad tanto en el hogar, como en nuestra vida en general.
Podemos utilizar el Feng shui en el hogar a la hora de construir una casa nueva, pero también para mejorar el trabajo o la casa que tenemos ya, analizando siempre todo en el interior: una buena distribución de cada uno de los objetos, materiales, colores y decoración que servirán de gran ayuda para nuestra vida.
El poder del feng shui es que al entrar cada vez en nuestro sitio de trabajo o nuestro hogar, percibamos la misma sensación que hayamos podido sentir en algún paraíso natural al que una vez visitamos y nos encanto. Con feng shui puedes tener nuestro propio paraíso personal.
El feng shui estudia el flujo de la energía, también conocido como Chi
¿Cómo podemos lograr esta paz y armonía en nuestro hogar?
De manera muy sencilla. No es necesario que traigas la arena blanca ni las palmeras, ni mucho menos la cascada. Porque todo lo que utilizarás será aquello que ya tengas a tú alrededor: objetos de decoración, muebles, plantas, cortinas, cojines, pinturas de la pared, lámparas, etc.
El feng shui se encarga de estudiar el flujo de la energía o también conocido como Chi, que se encuentra en el paisaje para determinar cómo influye toda esta energía en los hogares y en las personas que los habitan.
Por lo tanto, por medio de esta práctica concebimos una energía armónica en todos los ambientes que hay en el hogar; para que nuestros espacios sean convertidos en tierra fértil en la cual nuestra salud, nuestros afectos y los proyectos que tengamos, germinen y se desarrollen de manera plena.
Las tres claves del feng shui
En tu casa existen tres puntos clave para el feng shui:
- la entrada,
- los dormitorios y
- la cocina.
En estos tres espacios se resuelve el 90% del feng shui del interior de tu hogar.
La entrada va a definir la calidad de la energía que entra a tu casa. La distribución de la cocina, va a influir sobre la calidad de energía que reciben los alimentos y la prosperidad que tendrá la familia en general.
El dormitorio es importante para tu salud, recuperación y vínculos afectivos.
¿En qué consiste el Feng Shui? Historia
La armonía que expresa el feng shui se basa en los bien establecidos principios de la metafísica china: el equilibrio del Yin Yang, el Ba Gua, la teoría de los cinco elementos y el concepto de la energía Chi.
Las dos polaridades que tiene la energía Chi, son el Yin y el Yang. El Yang es lo activo, lo luminoso y lo expuesto. El Yang o las áreas más activas de tu casa son, su entrada, la cocina y las aéreas sociales.
El Yin, en cambio, es el lado oscuro, lo reposado y lo pasivo. Que serían los dormitorios y los baños.
Lograr en nuestra vida y en la casa el equilibrio de los opuestos Yin Yang, entre la actividad y el descanso, entre la prosperidad y la salud, es el objetivo principal de la práctica del feng shui.
El significado del Chi es aliento o aire, en el feng shui es utilizado como sinónimo de energía vital que necesitamos para obtener nuestros objetivos.
La energía Chi es fluida, está en movimiento y se concentra dependiendo a ciertos principios. Los cuerpos de aguas artificiales o naturales, los espacios abiertos y parques, son beneficiosos para la energía del Chi de nuestro hogar.
Los edificios en cambio, son formas agresivas, las antenas y las autovías con tránsito bastante intenso generan Sha Chi, que es la forma dañina o destructiva de la energía.
En ciertos textos definen el Sha Chi como “dardos envenenados”. Ciertos objetos, como lo son los espejos, luces y colgantes, pueden servir para desviar el Sha Chi y proteger nuestros hogares.
Los 5 elementos
La teoría de los cinco elementos del feng shui, nos dice que la energía de la naturaleza, el Chi, es expresada a través de cinco fases: el fuego, la tierra, el metal, el agua y la madera.
Los cinco elementos proporcionan la base formal para razonar las soluciones o las curas del feng shui. El cual también, es el fundamento de la astrología y la numerología china, de las fórmulas de la brújula, de la medicina china y del calendario.
En nuestro hogar, los cinco elementos pueden ser materializados mediante algunos objetos. La teoría de los cinco elementos puede ser aplicada de igual manera a los colores.
Feng Shui por medio de la decoración
Hacer feng shui en casa o en el área de trabajo es sencillo, cuando conoces bien la técnica.
El estudio, la dedicación y la práctica permiten evaluar la calidad de la energía o Chi existente en nuestro entorno.
Estudiamos la ubicación:
- Analiza el Yin Yang.
- El equilibrio de los cinco elementos.
- El plano de este espacio: Y su forma geométrica.
- El Mapa Bagua.
Desde el punto de vista del feng shui, la puerta de entrada a tu casa es uno de los puntos de vista que más importa. “La puerta es la boca del Chi”, por esto es el primer lugar que se debe armonizar siguiendo los principios del feng shui.
Recuerda que el feng shui hogar no se trata de lujos; por lo tanto lo puedes hacer con muebles que hayas comprado en cualquier sitio, con una tela económica o con botes de pintura. A veces, solo basta con que reorganices lo que ya tienes.
Permite que el Chi fluya en tu trabajo y en tu casa, y no le pongas ninguna traba en el camino.
Para tener un feng shui en casa exitoso, comienza siempre por vaciar y dejar espacio para que cosas nuevas entren a tu vida, puedes rodearte de lo que más te gusta, y deshacerte de aquellas que tienes por cierto compromiso o que no nos gustan, para luego armonizar el flujo de la energía teniendo en mente la que va a aportar cada objeto de ese espacio.
