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Las Juventudes Hitlerianas fueron una extensión ‘lógica’ de la creencia que albergaba Hitler en que el futuro de la Alemania nazi se encontraba en sus niños y niñas. Las Juventudes Hitlerianas tuvieron la misma consideración o importancia para los niños y niñas alemanes de la época como los días que pasaban en la escuela.
Durante los primeros años del gobierno nazi, Hitler había aclarado, con vehemencia, lo que esperaba que los niños alemanes llegaran a ser:
“Los débiles deben ser esculpidos. Quiero hombres y mujeres jóvenes que puedan sufrir dolor. Un joven alemán debe ser tan veloz como un galgo, tan resistente como el cuero y tan duro como el acero de Krupp“.
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Los planes de educación de la Alemania nazis encajaban en estas particularidades, pero Hitler quería ocupar aún más la mente de los jóvenes…
Las Juventudes Hitlerianas en cifras
Los movimientos para los jóvenes eran parte de la cultura alemana y las Juventudes Hitlerianas fueron creadas en la década de los años 20 del pasado siglo.
En 1933 su número de miembros ascendía a 100.000. Después de que Hitler llegara al poder, todos los otros movimientos juveniles fueron abolidos y como resultado las ‘Juventudes’ crecieron de forma exponencial.
En 1936, la cifra alcanzaba los 4 millones de miembros. Ese año, se convirtió, prácticamente, en obligatorio estar unido a las Juventudes de Hitler. Los jóvenes podían evitar hacer cualquier servicio activo si pagaban su suscripción, pero esto se volvió casi imposible después de 1939.
Segregación entre sexos: ellos preparados para el ejército, ellas para la maternidad
Las juventudes de Hitler atendían a los jóvenes entre 10 a 18 años. Había organizaciones separadas para niños y niñas. La tarea de la sección de los muchachos era preparar a los muchachos para el servicio militar. Para las chicas, la organización las preparaba para la maternidad
Los muchachos, a los 10 años, se unían al Deutsches Jungvolk (Jóvenes Alemanes) hasta la edad de 13 años, cuando se trasladaban a las, propiamente llamadas, Hitler Jugend (Juventudes Hitlerianas); lo que hacían hasta alcanzar la edad de 18 años.
Hitler Jugend (Juventudes Hitlerianas) se practicaba “atletismo militar” (Wehrsport), que incluía marcha, ejercicios de bayoneta, lanzamiento de granadas, excavación de trincheras, lectura de mapas, defensa ante bombas de gas, uso de refugios, cómo ponerse bajo el alambre de púas y tiro con pistola.
Un entrenamiento más que elocuente de lo que vendría después…
Las niñas, a la edad de 10 años, se unían a la Jungmadelbund (Liga de las Chicas Jóvenes) y a la edad de 14 años cambiaban a otra organización denominada Bund Deutscher Madel.
Las chicas debían ser capaces de correr 60 metros en 14 segundos, lanzar una pelota de 12 metros, completar una marcha de 2 horas, nadar 100 metros y saber cómo hacer una cama.
Mientras tanto, para la humanidad completa, las Juventudes Hitlerianas personificaban la disciplina alemana, una especie de estereotipo sobre la nación ária muy extendido.
Aunque, esta imagen estaba lejos de ser precisa. Los profesores de la escuela se quejaron de que los niños y las niñas estaban tan cansados de asistir a las reuniones nocturnas de las Juventudes Hitlerianas, que apenas podían quedarse despiertos al día siguiente en la escuela.
Años posteriores, ya en 1938, la asistencia a las reuniones de las Juventudes de Hitler era tan pobre, apenas rozaba el 25%, que las autoridades del Tercer Reich decidieron reforzar la asistencia amparando una Ley. En 1939 se hizo obligatoria la asistencia.
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