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Su nombre es Malin Rydqvist y, además de ser un bello y fotogénico rostro, pilota un Boeing 737.
Que sea tan bella, no es suficiente para explicar su enorme éxito en las redes sociales, en concreto en Instagram, donde sus seguidores superan los cien mil.
Tampoco que sea piloto aérea, en un mundo donde todavía abunda más el género masculino que el femenino; Malin Rydqvist está alcanzando la popularidad porque el Daily Mail se ha fijado en estas circunstancias apuntadas, de las que además, destaca la práctica del yoga.
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La joven piloto sueca, sufrió un accidente practicando snowboard, en el año 2008, del que padeció importantes secuelas, principalmente, fuertes dolores en la espalda. “Lo intenté todo, pero lo único que me funcionó fue el yoga”, declaraba al periódico británico. Curiosamente, también declara que solo ha ido a una clase de yoga en su vida, que el resto lo ha aprendido de forma autodidacta.
Y así, con la práctica del yoga y unas más que sugerentes y sugestivas imágenes, Malin Rydqvist nos anima a practicarlo…
“El yoga me ayuda a entenderme mejor a mí misma y también a ser mejor persona con los otros”
Sea como fuere, Malin Rydqvist afirma que “el yoga me ayuda a entenderme mejor a mí misma y también a ser mejor persona con los otros”, algo que ya es suficiente como para animar a (casi) cualquiera a practicarlo.
“Creo que el cuerpo humano está hecho para el movimiento, cada uno tenemos formas diferentes y mucho potencial; con mis poses de yoga pretendo enseñar de qué son capaces nuestros cuerpos”, dice Malin Rydqvist, quizá poco consciente, por su juventud, de que hay cuerpos que no aguantan tan notable y optimista comparación.