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Mucho hablamos últimamente de internet, redes sociales, nuevas tecnologías… y de los cambios que todo esto está produciendo en el día a día de personas cotidianas como tú y como yo y aunque a algunos les pese, mucho me temo que aún más vamos a hablar en el futuro porque todos estos cambios o nuevas tendencias surgidas, en realidad, no han hecho nada más que empezar.
Hace ya algún tiempo hablábamos de los escritores más influyentes en Twitter; poco después dábamos un paso más y tratábamos sobre escritores “nacidos directamente” en o gracias a las redes sociales; y también hablamos de los “vídeos virales”, fundamentalmente caseros y sin objetivo comercial alguno.
Muchos hablan de modas, yo prefiero llamarlo “tendencias”, porque no es nada pasajero como las camisas a cuadros o las chaquetas de pana con coderas, si no que se trata de formas de actuación social cuya tendencia, desde su inicio, no ha sido si no el crecimiento.
Una de estas tendencias es la llamada “selfie”. Todos sabemos de que se trata, aunque restaba por ponerle un nombre. Selfie no es más que “una fotografía que uno ha tomado de sí mismo, normalmente sacada con un smartphone o una webcam, y subida a una red social”; así es como la define el Oxford Dictionaries aunque yo iría más allá: fotografías que, en muchísimos de los casos, son tomadas frente al espejo.
¿Cuál es el Origen del SELFIE?
Como en todo lo que tiene que ver con fenómenos sociales de la era digital, los orígenes del Selfie no acaban de estar del todo confirmados sin embargo, según afirma Cristina Motellón en el blog Perspectiva 2.0 “al parecer, la primera vez que se usó fue en 2002 en un foro australiano, donde un usuario colgó una foto de su rostro con el labio partido tras tropezar por las escaleras y señaló que era un ‘selfie‘.”
Desde ese momento la proliferación de selfies solo hicieron que ir en aumento. Primero a un ritmo más pausado; más tarde a un ritmo frenético gracias, sin duda alguna, a la aparición y difusión de smartphones y tablets por un lado, y de redes sociales tan populares como Twitter, Facebook, Tumblr, Instagram y cientos más.
SELFIE, UN AUTÉNTICO FENÓMENO SOCIAL
Así, lo que en un principio no era más que una “auto-foto” puntual y ocasional delante de un monumento en uno de nuestros viajes o en el probador para que el amigo nos dijese que tal nos sentaban los vaqueros, ha acabado por transformarse en una auténtica tendencia social con millones y millones de autorretratos circulando a lo largo y ancho de todo el globo terráqueo a través de las red de redes.
Tipos de Selfies: At Funeral
Hay selfies de todo tipo y en las circunstancias y situaciones más inadecuadas: comiendo, en lugares donde ha habido un accidente o donde se ha sucedido algún crimen, en funerales, selfies protagonizados por mascotas, en lugares de serio peligro como acantilados o encaramados a la copa de un árbol, semidesnudos (y desnudos), parejas mostrando su amor al mundo o incluso “selfies de selfies” utilizando para ello varios dispositivos simultáneamente.
Y aunque en su mayoría son protagonizados por adolescentes y veinteañeros y, también mayoritariamente, por personas “anónimas”, lo cierto es que esta tendencia del autorretrato hecho con el teléfono móvil ya no discrimina ni por edades ni por grado de popularidad.
Así, uno de los “selfies” más populares y comentados fue el protagonizado por Barack Obama, David Cameron y la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning Schmidt, mientras se celebraban las exequias por Nelson Mandela en un estadio de fútbol sudafricano.
Gran acogida tuvo sin embargo, por la enorme belleza de la foto, el primer “selfie espacial” de la Historia tomado por un astronauta desde una estación espacial y con el planeta Tierra de fondo.
Como simple muestra de esta tendencia podemos citar el blog en Tumblr “Selfies at funeral” dónde podemos encontrar todo tipo de “autofotos” realizadas en pleno funeral, con la imagen del difunto, en los preparativos… Por cierto, también ahí encontraremos el famoso selfie de Obama que antes hemos mencionado.
Para muchos, no es más que una actitud puramente friki, para otros, no es más que la demostración de un narcisismo cada vez más presente en nuestra sociedad. Y para otros, obras de arte dignas de exposición. En cualquier caso, lo cierto es que el fenómeno selfie ya comienza a adquirir incluso tintes “institucionales”.
OLIMPÍADAS DEL SELFIE
Estas olimpíadas del selfie se convirtieron en un auténtico fenómeno viral en internet. Su página oficial de Facebook, Selfie Game contaba con cerca de 56.000 seguidores, y los mensajes en Twitter con el hashtag #SelfieOlympics también se contaron por miles.
En todos ellos predominaban jóvenes que compiten por alzarse con el premio a la “autofoto” más original del año en las situaciones más rocambolescas: metidos en la sección de refrigerados del súper, comiendo pizza en la bañera, desayunando cereales en el lavabo (literalmente), ataviados con todo tipo de disfraces o embadurnados en algo parecido a nocilla, metidos en un arcón congelador, “paseando” en bicicleta dentro de la bañera, asando bacon en una plancha estratégicamente situada junto al WC y un larguísimo etcétera de situaciones, cuando menos, extrañas. Sin duda nos hallamos aquí ante el lado más friki y, por qué no, divertido del fenómeno selfie.
NATIONAL #SELFIE PORTRAIT GALLERY
Pero como antes ya insinuaba, el fenómeno selfie también tiene un lado serio, artístico, casi institucional, que llevó a la celebración en Londres entre los días 17 y 20 de octubre de 2013 de una exposición montada sobre la proyección de una serie de vídeos cortos realizados a base de selfies por artistas ya reconocidos de Europa y Estados Unidos, junto con una instalación interactiva que permitía a los visitantes realizar su propio selfie, retocarlo y compartirlo.
Según expresaba la organización en su página web, esta actividad explora “la personalidad , la autenticidad y la expresión inherente a la forma #selfie(…) El #selfie es tan omnipresente como el teléfono inteligente y tan diverso como la humanidad misma”
En definitiva, ¿narcisismo? ¿exceso de afán de protagonismo? ¿manifestación artística? Me temo que una discusión al respecto no acabaría reportando demasiadas conclusiones pues debe haber tantas opiniones como selfies posibles.