Freud, el creador y fundador de las bases del psicoanálisis, está considerado para la psicología lo que Galileo para la Ciencia, para la Astronomía.
Principalmente porque intentó descifrar la relación entre las cosas que rodean nuestras vidas, al interpretar los mensajes ocultos que esconde nuestro subconsciente, plasmando bajo su estudio un nuevo sistema de la psicología.
La ciudad donde nació, ahora se llama Pribor y pertenece a lo que hoy es la República Checa. Cuando Sigmund contaba con cuatro años de edad, la familia se mudó a Viena, donde terminó por establecerse allí de manera casi permanente.
A pesar de que criticaba reiteradamente tanto a la ciudad, como a sus habitantes, nunca dejó de residir en ella.
Sigmund Freud
Cuando Freud nació, su padre, Jakob, ya era abuelo, era veinte años mayor que Amelie, la madre y su segunda esposa.
Sigmund es Sigi
El matrimonio dio como fruto ocho hijos, de los que “Sigi”, apodo con el que llamaban a Sigmund, era el primogénito.
La vivienda familiar no era lo suficientemente grande para las diez personas que lo conformaba.
Como Sigmund era muy estudioso, tanto que sobresalía claramente del resto, era el único que tenía una habitación para él, mientras el resto debía compartir el espacio para dormir.
Freud, más tarde, diría que esta situación de privilegio y aislamiento: “le imprimió la convicción de ser invencible y una marcada voluntad de triunfo”.
Sigmund Freud fue un extraordinario estudiante que pronto dominaría el latín, el griego, el alemán, el hebreo, el francés o el inglés.
Quiso estudiar Leyes, pero se inclinó hacia algo tan diferente como la medicina. En sus estudios.
Se licenció, y aunque necesitó tres años más que los que se programaba en el plan de estudios, terminó especializándose en Neurología y Neuropatología.
Sigmund Freud
Como quería casarse y necesitaba ingresos, optó por no dedicarse a lo que realmente deseaba: las labores de investigación.
Por la necesidad de dinero, comenzó a practicar la medicina en el Hospital General de Viena. Parte de su tiempo de trabajo en el hospital, Freud, lo dedicaba al estudio de los efectos de la cocaína.
Para conocer de primera mano las secuelas que causaba su consumo se sintió obligado a inyectársela.
Freud creía, antes de darse cuenta de que además era adictiva, que la cocaína era un eficaz calmante y un antidepresivo inofensivo. Años más tarde, entró a trabajar como discípulo de Jean-Marie Charcot, –un famoso neurólogo–, que empleaba la hipnosis como terapia para combatir la histeria.
Freud desarrolló su propia técnica en este sentido: “la asociación libre en la conversación”. Sostenía que las neurosis eran un producto de la sexualidad infantil, lo que vino en llamar “la teoría de la seducción
Sigmund Freud y su esposa Marta
Afirmaba que en nosotros existen muchos motivos interiores que conducen nuestro comportamiento.
Y que dichos motivos particulares, principalmente, son de carácter sexual.
El sexo era algo innombrable en aquellos años, estaban extendidos ciertos tabúes y prejuicios, por lo que muchos de los pacientes de Freud padecían algún tipo de neurosis y, la mayor parte, sufrían obsesiones de índole sexual.
En 1890, publicó “La Interpretación de los Sueños”. Junto con la “libre asociación”, Freud utilizó el mundo de los sueños como método de trabajo e indagación del psicoanálisis.
Al dormir, la mente consciente se relaja y está “desprevenida”, por lo que al estudiar ese momento de nuestras vidas, el subconsciente se convierte en una vía para comprender el consciente. El sueño es un acto voluntario y libre, sin determinar, no como la hipnosis, donde se fuerza al paciente a conocerse.
Para Freud, todos los sueños son realizaciones de deseos, pero deseos ocultos, por ese motivo si llegamos a conocer los deseos ocultos, podremos alcanzar a conocer la raíz de los problemas con que, sin saberlo, nos enfrentamos. Cuando soñamos, según Freud, regresamos a la infancia.
En el año 1902 consiguió la cátedra especial de Neuropatología en la Universidad de Viena. En este tiempo es cuando concentra su estudio del comportamiento psicológico y psicopatológico y en la importancia que sobre el inconsciente tiene la sexualidad.
El autentico diván de Sigmund Freud
Las nuevas teorías que Freud introduce desde el psicoanálisis no parecían cómodas para el “nuevo poder”. En 1938, después que la Alemania de Hitler se hubiera anexionado Austria, el psicoanálisis ya había sido prohibido en el país germánico.
En palabras de su creador: “El psicoanálisis simplifica la vida. Tras analizarnos logramos una nueva síntesis”.
El psicoanálisis reorganiza el laberinto de impulsos diversos e intenta bobinarlos en la madeja a la que pertenecen.
O, por cambiar de metáfora, proporciona el hilo que permite al hombre salir del laberinto de su propio inconsciente”. De este modo, comprendiendo lo que detrás de nuestra voluntad se esconde afirmaba que “estamos en los albores de una nueva ciencia”. Y así era.
Freud, murió como consecuencia de un fallo cardiaco propiciado, muy probablemente, por su adicción al tabaco.
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