Documental “Alfonso. Cuidado con la memoria”
Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid
¿De qué trata el documental?
Este interesante documental se centra en la biografía y el trabajo fotográfico de Alfonso Sánchez García y Alfonso Sánchez Portela. Padre e hijo, como narra Chema Conesa: “Hacen un repaso a la Historia de España”.
Y, no solo eso, si no que retrataron de forma “dulce” y con una calidad extraordinaria la realidad informativa en un momento histórico, a principios de los años veinte del siglo pasado, con una inusitada agitación en las calles. Tan severa que llevó a la Guerra Civil. Ese tiempo, fue enfocado por el ojo de las cámaras de “los Alfonsos”, a través del fotoperiodismo.
Alfonso Sánchez Portela (Alfonsito, como se le llama en el documental), continúa los pasos profesionales del padre, autodidacta, que ya le ha proporcionado un medio de vida. El hijo cuenta con formación académica.
Uno de los méritos de su trabajo es: “Llegar a los sitios”, nos apunta Chema Conesa. Están surgiendo las revistas gráficas, muy bien acogidas por el público lector.
Otra de las claves de su éxito: estar en el lugar y momento adecuado, retratando a figuras públicas, de la política o del mundo de la cultura. Así, fotografían al dictador Primo de Rivera despachando con Alfonso XII, a Ramón Gómez de la Serna, Ortega y Gasset o Miguel de Unamuno. También a Millán Astray, incluso a Franco como ahora veremos.
Pero sobre todo hacen un retrato social, describiendo la vida cotidiana, la gente pobre, las huelgas, la violencia, el campesinado empobrecido, la proclamación de la Segunda República… Llevando a cabo lo que literariamente conocemos como costumbrismo.
Bárbara Mur, abunda en la importancia que tuvieron en ese momento de cambio en la comunicación, donde la imagen -al ser descubierta como noticia- capta la atención de la sociedad ávida por estar informada, eligiendo tomas generales, ofreciendo “el hormigueo” que recorre las calles en la proclamación de la república…
Y algo transcendental, desde el punto de vista empresarial, logran que sus fotografías lleguen a los medios de comunicación distribuyéndose por todo el país y el extranjero.
Las amistades que habían tenido “los Alfonsos” les permitió hacer ese retrato del momento histórico. Imágenes “cruentas”, como las del asalto al Cuartel de la Montaña o las fotografías de vanguardia o retaguardia (siempre con el impacto de la realidad), y, finalmente, su alineamiento con la República les pasó factura al acabar la Guerra Civil. De hecho, se dice que las fotografías publicadas por “los Alfonsos” sirvieron para represaliar a los fotografiados y a ellos mismos.
Una anécdota al respecto nos lleva a la inhumación de José Antonio en el Valle de los Caídos donde son reconocidos y acosados por colaboracionistas de la República. Solo la intervención de un compañero fotógrafo, Calvache, afín al régimen franquista, les salva. A partir de ahí, se les prohíbe hacer “fotografía de calle”, pero se reinventan en los años posteriores. Primero haciendo retratos de estudio de figuras relevantes, incluido Franciso Franco (a quien conocieron en África y sobre lo que cuentan una curiosa anécdota); y también haciendo caricaturas fotográficas.
Reseñar, para finalizar, como cuenta Mercedes Martín Palomino, que la importancia del trabajo de “Los Alfonsos” se guarda en el Archivo General de la Administración en los años noventa del siglo XX.
—Listado de nombres y cargos de las personas que intervienen.
– Chema Conesa. Fotógrafo, editor y comisario.
– Juan Miguel Sánchez Vigil. Catedrático de Documentación de la UCM.
– Bárbara Mur. Doctora en Bellas Artes.
– Mercedes Martín Palomino. Directora del Archivo General de la Administración
