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“Va a anochecer”, La historia de la Ley Brunito y sus éxitos

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Sucedió que en el año 2010, mi hijo falleció accidentado por un tren en Ate. En principio desapareció a las 11 y 30 am, porque como tenía autismo empezó a correr y no pude alcanzarlo y la Comisaría del Sector del Centro de Lima – Perú, no me quiso permitir ni la búsqueda, ni la denuncia inmediata por más que les dije que por favor me ayudaran porque mi hijo tenía autismo e iba a anochecer.
Así transcurrieron más de 14 horas, buscándolo desesperadamente por todo Lima con amistades y familiares, sin apoyo policial. Al final, mi hijo apareció muerto en la carretera central km 14.800 en Ate, una zona que está a más de 300 cuadras de dónde desapareció, y fue accidentado por el tren de la Empresa Ferrocarril Central Andino S.A, quién no se hizo responsable, ni con el seguro de accidentes a terceros, ni con los gastos de entierro, ni con 1 sol.

La Ley Brunito: una legislación que ha traído consecuencias positivas para la sociedad
Así, en el libro “Va a anochecer” narro, todo lo que se ha logrado a raiz de la triste muerte de mi hijo con autismo. Logré, recolectando más de 5000 firmas, que se aprobara la ley 29685, llamada Ley Brunitopara que la búsqueda sea inmediata de personas vulnerables deaparecidas, para que no les pase nada igual que a mi, ya que la policía no me quiso ayudar a buscar, porque dijo que tenía que esperar 24 horas, luego, esta norma ha servido para que se reduzca la trata de menores, disminuya el índice violaciones varias y daños a personas vulnerables como personas con discapacidad y adultos mayores.
El año pasado se derogo la norma y ahora hay otra que incluye a más colectivos de personas.
Durante más de 9 años, enfrenté 4 procesos judiciales para hacer justicia por la muerte de mi hijo y enfrenté a fiscales y autoridades con irregularidades en su trato y resoluciones y al final, logré sanción contra los fiscales que actuaron mal y logré ganar el juicio contra la ferroviaria.
Pensando, cerrar mi duelo, escribí este libro, pensando cerrarlo de alguna manera y despidiéndome de mi hijo. Cumplía veinte años cuando gané el juicio. De alguna manera lo dejé descansar y, contándole el final del libro, puedo decirle que ganamos el juicio.
Sin embargo, el tema no ha terminado. A raíz de la presentación de mi libro, el Alcalde del Distrito, reinaguró un parque dónde jugaba mi hijo y le hizo un homenaje y le puso de nombre al Parque “Parque Brunito”, con una placa en mármol y un homenaje a mi persona, en vista de la justicia que logré hacer contra todo acto irregular que enfrenté al aparato estatal peruano, y luego arregló el parque y crearon ese mismo día la campaña ponte en modo niñez y ponte en modo inclusión, así como crearon 3 ordenanzas en favor de la niñez del Distrito, adicionaron juegos para personas con discapacidad aparte de básica regular y ahora es un parque “inclusivo”, dónde se busca jueguen los niños de toda condición de vida. Hizo un homenaje a Brunito, a su memoria, a la lucha que tienen los padres de las personas que buscan una sociedad más inclusiva.

El libro narra también cómo con la Fe, algunos sueños y mensajes, he logrado vencer los obstáculos, porque las empresas que no asumieron su responsabilidad, me denunciaron hasta penalmente para intimidarme o amenazarme, todo porque si yo ganaba, iba a dejar un legado importante jurisprudencialmente hablando, ya que ya van más de 100 muertos por ese tren desde que ganó la concesión y creo he sido la única que ha ganado el juicio.
A raiz del libro, han surgido otras cosas en favor de las personas vulnerables.
Ahora, me queda vender mi libro y seguir ayudando a otras personas.

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