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En su libro: ‘El mosquito: una historia humana de nuestro depredador más mortal‘ (The Mosquito: A Human History of Our Deadliest Predator) Timothy Winegard dice que hay más de 100 billones de mosquitos en el planeta, esa es la estimación. También acierta a contarnos que son algo más que una plaga, sino “una fuerza de la naturaleza que ha dictado el resultado de eventos significativos a lo largo de la historia humana”.
Los mosquitos siguen martizándonos como a nuestros antepasados. Han sido los causantes de incontables muertes, como la más terrible plaga que se pueda imaginar y recordar. Pero… ¿es posible acabar con los mosquitos? Sí, actualmente, con la tecnología disponible sería posible. Veamos cómo…
hay más de 100 billones de mosquitos en el planeta. A mi me pica uno, o dos, cada día/noche de verano 😀
¿Podemos acabar con los mosquitos?
Ciertamente, con la tecnología genética CRISPR (edición de genes) sería posible. Acabar con los mosquitos o con lo que se quiera. Se podría exterminar al mosquito mediante la manipulación genética de mosquitos machos que, tras liberarlos y criar con hembras, su descendencia nacería muerta, infértil o como mosquito macho, lo que obviamente acercaría al mosquito a la extinción lentamente.
Existe otra opción viable, como indica en su libro Winegard. Otra posibilidad menos drástica y que no rompería la cadena trófica. Al fin y al cabo, los mosquitos también cumplen una misión alimentando a las aves, por ejemplo.
Esta alternativa se basaría en el diseño genético de nuevos mosquitos que fuesen incapaces de vectorizar las enfermedades que transmiten. Por lo tanto, conquistaríamos la enfermedad transmitida por mosquitos sin conquistar el mosquito en sí mismo, haciéndolo relativamente inofensivo.
Eso sí, seguiríamos sufriendo sus terribles y molestas picaduras.
Esas picaduras que hasta finales del siglo XIX se desconocía que causaban enfermedades.
¿Los mosquitos inspiraron la idea de la guerra biológica en general?
Pues se puede responder afirmativamente a esta pregunta. Sí, los mosquitos y las fatales consecuencias de sus picaduras se cruzaron en el pensamiento más perverso del Hombre.
Hasta finales del siglo XIX, en realidad nadie sabía qué causaba las enfermedades transmitidas por los mosquitos. El pensamiento predominante era la teoría del miasma (el efluvio dañino que desprenden cuerpos enfermos, materias en descomposición o aguas estancadas).
Los nazis los utilizaron porque en el campo de concentración de Dachau, un centro investigador en este sentido, los estudiaron a fondo. Y los utilizaron en la batalla sabedores de sus dañinos efectos. Por ejemplo, inundaron las marismas pontinas en Italia con propósito para reintroducir los mosquitos palúdicos para que atacaran al enemigo.
En el campo de concentración nazi de Dachau ya se experimentaban con mosquitos
Pero mucho antes, en la época de la esclavitud en América también los mosquitos tuvieron su influencia.
Las enfermedades transmitidas por el mosquito es algo ancestral en África, un continente donde encuentra acomodo por muchos factores, como el climático. Sin embargo, por esa presencia continuada en el tiempo los africanos desarrollaron cierta resistencia genética a enfermedades transmitidas por este insecto, como la malaria.
Curiosamente, en aquel tiempo, cuando las poblaciones indígenas de las Américas ya no eran una opción viable como fuerza laboral como esclavos, con el exterminio o las altas tasas de mortalidad en todo el continente americano, en parte por malaria y fiebre amarilla, se necesitaban sustitutos. Y se encontró en los esclavos negros africanos. Es terrible, pero fue así.
Llama la atención, como explica Winegard en el libro referido, que se cree que las enfermedades transmitidas por los mosquitos no existían en América antes de la llegada de los europeos.
Repelentes de mosquitos
Imagen de MeHe en Pixabay
Mientras la Ciencia (genética) sigue intentando acabar con los males que infieren los mosquitos, desde antiguo se han buscado soluciones para, al menos, alejarlos. Sirviéndonos de la propia naturaleza, hemos encontrado algunos remedios. Ya nos dirán si funcionan o no…
1. Aceite de eucalipto de limón
El aceite de eucalipto de limón se viene utilizado desde la década de los años cuarenta del siglo pasado. Se trata de uno de los repelentes naturales más utilizados en el mundo. Incluso algunos organismos oficiales, como el norteamericano Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) lo aprobaron por su eficacia.
Un estudio de Trusted Source demostró que lo correcto era realizar una mezcla del 32 por ciento de aceite de eucalipto de limón, lo que proporcionaba más del 95 por ciento de protección contra los mosquitos durante tres horas.
2. Lavanda
Las flores de lavanda trituradas producen una fragancia y un aceite que pueden repeler a los mosquitos. Un estudio en animales del ya mencionado Trusted Source realizado sobre ratones sin pelo halló que el aceite de lavanda es eficaz para repeler a los mosquitos adultos. La lavanda tiene cualidades analgésicas, antifúngicas y antisépticas. Esto significa que además de prevenir las picaduras de mosquitos, puede calmar la piel.
3. aceite de tomillo
En este caso, el aceite de tomillo es eficaz para repeler los mosquitos de la malaria.
También parece resultar útil esparcir hojas de tomillo alrededor de una fuente calórica, como la de la imagen que antecede a estas palabras. Las investigaciones mostraron que la quema de hojas de tomillo ofrece una protección del 85 por ciento durante 60 a 90 minutos.
4. aceite de canela
Por último, el aceite de canela es útil para acabar con los huevos de mosquito. También puede actuar como repelente contra los mosquitos adultos, especialmente el temible mosquito tigre asiático.
¿Qué te ha parecido?
